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‘Castells’ con label vasco

La primera colla castellera de Euskadi, que inició sus ensayos en junio, ha sido invitada al Concurs de Castells de Tarragona que se celebra en octubre. Necesitan niños para completar el grupo

‘Castells’ con label vascoCedida

Al igual que la pelota es una actividad esencial en la cultura y el deporte vasco, en Catalunya los castells, que desde 2006 están considerados Patrimonio Cultural Inmaterial por la UNESCO, son algo más que un símbolo. En ocasiones, las tradiciones viajan junto a las personas que se mudan fuera de su localidad natal. En Catalunya no es una excepción. Los catalanes han exportado esta tradición y las collas castelleras (el grupo de personas que forman un castillo humano o castell) se han ido formando lejos de sus fronteras. Hay collas en Madrid, Andorra, Londres, París, Edimburgo o Copenhague, entre otros lugares. Desde septiembre de 2023 también hay una colla en Donostia, creada por Arnau Montoya y otros dos amigos más.

Tras dejar Catalunya, los tres querían mantener sus tradiciones y continuar practicando la tradición de los castells, por lo que crearon un grupo y contactaron con gente a la que pudiera interesarle la iniciativa. El pasado mes de junio realizaron su primer ensayo y, desde entonces, han quedado en siete ocasiones más en las tres capitales de la CAV, ya que los integrantes que forman parte de la colla se encuentran dispersos por Vitoria, Bilbao y Donostia.

El grupo no está únicamente compuesto por catalanes, sino que han recibido un gran número de participantes vascos que, a pesar de no tener tanta experiencia ni técnica, Montoya asegura que están “muy motivados y eso es lo importante”.

La colla vasca ha crecido considerablemente hasta englobar a 100 personas, de las cuales todas no siempre están en Euskadi, por lo que el número que suele congregarse en los ensayos ronda los 20.

Asamblea general

Su éxito ha sido tal que el próximo 7 de septiembre se reunirán en Vitoria para celebrar una asamblea general y constituirse oficialmente como entidad sin ánimo de lucro y entidad cultural, creando así un nombre y escudo propios.

Sin embargo, no todo es de color rosa, ya que la colla presenta un reto esencial para formar castells: la ausencia de niños. En estas torres humanas, los niños suelen situarse en la parte más alta, ya que, gracias a su agilidad y ligereza, pueden trepar fácilmente. “Sabíamos que sería un reto encontrar familias porque suelen participar junto a los niños. Es lo que más nos falta”, subraya.

Algunos de los integrantes de la colla castellera de Euskadi

Montoya, además, invita a cualquier persona a acercarse a ver los ensayos y participar en la actividad. Destaca que “cualquier persona, con cualquier característica, puede formar parte”, ya que todos tienen una posición esencial que se le asigna dependiendo de la complexión y edad. “Nadie se queda fuera”, subraya.

Para fortalecer la relación de los integrantes intentan que las quedadas, que realizan cada dos semanas, estén acompañadas de algún acto social como una comida, unas fiestas en las que puedan participar o ensayar durante el día y terminar asistiendo a un concierto de la localidad. “La parte social es muy importante en los castells para afianzar y fortalecer la relación entre la gente”, es una parte fundamental para generar buen ambiente y que, por ende, los castells salgan mejor.

'Concurs de Castells de Tarragona'

A raíz de su crecimiento, el Concurs de Castells de Tarragona ha invitado a la colla castellera de Euskadi a participar en el evento, que tiene lugar cada dos años el primer fin de semana de octubre.

Este concurso es el único que tiene formato competitivo en el mundo de los castells, rigiéndose por un reglamento escrito, un jurado y una clasificación. En total, son 30 los grupos catalanes que participan entre el 5 y 6 de octubre. El sábado por la tarde actúan 18 de las formaciones y el domingo por la mañana es el turno de los doce restantes, con un nivel superior.

Desde hace unos años se reserva la mañana del sábado para agrupaciones invitadas de fuera de Catalunya, de manera que puedan realizar “una pequeña competición entre ellas”. Este año algunas de las collas invitadas son las de Madrid, Copenhague, París, Londres y Euskadi, entre otras.

A pesar de que Montoya asegura que todavía “no tenemos claro si podremos participar como colla castellera” debido a la falta de técnica y personas, su participación en el evento está asegurada brindando apoyo a otras collas como la de Madrid o Lleida.

La idea del viaje, continúa, es llegar el viernes a Lleida, donde se encontrarán con la colla local. Tras pasar la noche en el municipio, partirán hacia Tarragona para presenciar el evento durante todo el fin de semana

El próximo ensayo que realizarán será el 7 de septiembre en Vitoria, donde también llevarán a cabo la asamblea general y decidirán las fechas para los encuentros en Bilbao y Donostia. Sin embargo, y para no estar dos semanas sin realizar ninguna actividad, ensayarán los miércoles por la tarde en los dos lugares que le sirven de campo de entrenamiento: el parque Cristina Enea y la plaza del Museo San Telmo.