Aunque ya nos anunciaron que hasta el 15 de julio no llegaría el verano a Euskadi, días grises como el de este domingo nos retrotraen a los famosos chistecitos sobre el mal tiempo como “Hay túneles de lavado con mejor tiempo que en Euskadi”, o aquel célebre meme; “Instalando verano vasco… y a continuación: La instalación ha fallado. Verano no encontrado”. 

Y es que a la pertinaz lluvia y a las temperaturas más que templadas, se une la diferencia térmica que nos separa de casi todo el resto de la península, salvo la cornisa cantábrica. El contraste es tan acusado que mientras en zonas del sur llegan a los 39º, aquí cuesta alcanzar los veinte grados. Y no debe faltar ni la rebequita ni el paraguas.

Después de una semana de un ambiente fresco para la época en toda la península, el tiempo se ha estabilizado sobre todo en el sur donde Huelva, Jaén, Córdoba y Sevilla llegaron el domingo a los 38-39 grados, valores en claro contraste con ciudades del norte en las que al termómetro le cuesta pasar de 19-20 grados.

Porque las poblaciones vascas todavía esperan al verano y al calor y se conforman con un sirimiri impenitente y temperaturas templadas como los 19 grados de Gasteiz o los 20 de Bilbao. 

LORENZO NI ESTÁ NI SE LE ESPERA

El microclima vasco seguirá haciendo de las suyas y para mañana lunes los pronósticos tampoco son mucho más halagüeños ya que para ver a Lorenzo, el sol, habrá que acudir a la tele o a las redes sociales.

Mientras la campiña cordobesa y en el valle del Guadiana en Badajoz serán un auténtico microondas, por lo que la Aemet ha activado el aviso amarillo de riesgo por calor, la temperatura en el norte oscilará entre 22-23 grados de Donostia o Santander.

Y de nuevo es obligado tirar de humor; “Me encanta el verano en Bilbao...es mi día favorito del año”. 

¿SIN VERANO?

Ya lo dijo hace escasas fechas, la delegada de Aemet en el País Vasco Margarita Martín, “será en la segunda quincena de julio cuando se instaure el verano, una estación que siempre está asegurada por lo menos durante un mes o mes y medio”.

Eso sí, con excepciones como recordó la experta, ya que en 2002, 1977 o 1936, fueron años en los que no hubo verano según Margarita Martín.

El martes, las temperaturas máximas descenderán en el oeste peninsular y en Canarias, “de forma notable en Galicia” y aumentarán en el nordeste y Baleares, también de forma notable en el alto Ebro.

Por el contrario, muchos seguirán con los abanicos ya que en zonas del centro, sur y valle del Ebro los valores alcanzarán alrededor de 34-36 grados.

A partir del miércoles, y con un cierto margen de incertidumbre, avanzan que se espera un aumento de la nubosidad en el noroeste peninsular ¡qué raro! y, debido al calentamiento diurno, se prevén nubes en amplias zonas que dejarán lluvias débiles y dispersas en zonas del norte de Galicia y Cantábrico.