La fundación Colacao y la Universidad Complutense de Madrid han dado a conocer los resultados del último estudio realizado en España, en el que han participado 17.530 niños y adolescentes desde 5º de primaria hasta 4º de la ESO, de 365 centros educativos de las 17 comunidades autónomas.

Para preguntar a niños y adolescentes definieron ciberacoso como sufrir ataques digitales 2, 3 o más veces al mes con la intención de hacer daño. 

Formas de violencia digital más habituales

Las formas de violencia que más refleja el estudio son los motes, las burlas y la ridiculización, contar mentiras o rumores para que otros les rechacen e ignorar o excluir del grupo. En un segundo nivel de frecuencia se dan el acoso sexual, enviar o publicar fotos o vídeos sin permiso para hacer daño, amenazas, coacciones y llamadas anónimas para meter miedo. Las situaciones que menos se dan son las que requieren un mayor conocimiento técnico como piratear cuentas o crear perfiles falsos.

El 10,7% de los encuestados de primaria y secundaria respondió haber sufrido alguna victimización a través de dispositivos digitales dos o tres veces al mes o con más frecuencia. En primaria un 9,1% y en secundaria un 11,4%.

En primaria casi no hay diferencias en función del género respecto a las víctimas pero en secundaria hay más víctimas chicas, el 12,7%, respecto al 8,7% de los chicos.

El 57,4% dijo que conocían a los acosadores del colegio o instituto, el 32,5% de Internet y el 33,9% de otro lugar.

Más de la mitad de las víctimas no dice nada

Más de la mitad de las víctimas, el 55,1%, no informaron a nadie de que sufrían ciberacoso, frente al 44,9 %, que si lo hizo. Entre los que cuentan lo que les pasaba, lo más frecuente es recurrir a los amigos y a las amigas, 78,1%, y en segundo lugar recurrir a la madre, 68,7%. Las demás figuras a las que han recurrido las víctimas son el padre, 58,1%, y los hermanos y hermanas, 44,7%.

En cuanto a las razones por las que no se lo cuentan a nadie, están “por no preocupar a la familia” 36%, “porque no va a servir para nada” 32,5 %, “el miedo” 25%, “por no ser un chivato” 22,6% y “porque te sientes solo/a, sin saber a quién pedir ayuda” 20,7%.

La respuesta con mayor porcentaje de víctimas de ciberacoso es que no se lo contaron a nadie por otra razón 43,5%. Entre esas razones pueden estar que no le dieron importancia, que sintieron vergüenza de reconocer que han sufrido dichas acciones o por la dificultad para entenderlas o para describirlas.

Acosadores y acosadoras

El 4,4% de alumnado reconoce haber participado en alguna de las situaciones de ciberacoso dos o tres veces al mes o con más frecuencia. Hay más chicos que reconocen haber participado en ciber acoso, 5%, frente a chicas, 3,6%.

El 10,6% de quienes se reconocieron víctimas de acoso escolar respondió haber ejercido alguna situación de ciberacoso. El 41,1% de quienes reconocieron ejercer acoso escolar respondieron haber sufrido como víctimas alguna situación de ciberacoso.

El estudio también recoge el enorme trabajo que se está realizando en los centros educativos respecto a este tema, y que el número de víctimas de acoso y ciberacoso ha descendido respecto a años anteriores, aunque no hay que bajar la guardia y hay que seguir trabajando. Resulta llamativo que solo el 20% del alumnado habla de forma habitual con su familia de lo que hace y de lo que ve Internet.

Hay una diferencia muy grande respecto al género, donde el 14,8% de los chicos dicen hacerlo frente al 27% de las chicas.