Juzgan a un acusado de agredir sexualmente a una niña en Zarautz

Un hombre será juzgado este mes en la Audiencia de Gipuzkoa acusado de agredir sexualmente de forma continuada a una niña a la que cuidaba en ausencia de su madre y a la que presuntamente amenazaba con matar a su progenitora si llegaba a revelar las agresiones.

La Fiscalía pide diez años de cárcel para este hombre, que no pueda comunicarse con su víctima ni aproximarse a ella durante diez años y que, una vez sea excarcelado, permanezca diez años en situación de libertad vigilada, además de compensar con 50.000 euros a los padres de la pequeña por los daños morales que ésta sufrió.

Relación de "confianza"

Según recoge el escrito de acusación provisional del Ministerio Público al que ha tenido acceso EFE, los hechos sucedieron en los años 2014 y 2015, durante los que el inculpado habría aprovechado la relación de "confianza" que su familia tenía con la de la menor para agredirla sexualmente en los momentos en los que se encontraba a solas a su cuidado y al de su hermano, también menor, aprovechando la ausencia de la madre de ambos por "motivos laborales".

Las agresiones habrían tenido lugar tanto en el piso de los niños como en la vivienda en la que el acusado vivía con el resto de su familia, ambos domicilios situados en Zarautz.

La Fiscalía explica que el inculpado, actuando "con ánimo libidinoso para satisfacción de su deseo sexual" solía llevar a la niña al baño donde, tras desnudarla, la sometía a distintos tocamientos de índole sexual, a pesar de la "oposición" que ésta le manifestaba y de que le decía que "se sentía mal".

Cuando la pequeña se negaba a acompañarlo al baño, el inculpado, según el Ministerio Público, le obligaba a hacerlo llevando también a su hermano a este lugar, donde lo encerraba tras una mampara y le decía que no la abriera.

Amenazaba con "matar a su madre"

Además, el encausado presuntamente amedrentaba a la niña diciéndole que "no podía contar nada a nadie" y que si lo hacía su madre "no podría ir a trabajar", ella no tendría "a nadie para que le cuidara" y tampoco a su hermano y además él "no podría comprarles juguetes".

Asimismo, la habría amenazado con "matar a su madre" si relataba lo sucedido, lo que generaba en la menor "una evidente situación de angustia y temor".