¿Pueden ser la voz de una víctima de violencia de género y los sonidos que la rodean claves para su protección? ¿La inteligencia artificial puede ser útil en la detección de la violencia machista? La investigadora española Esther Rituerto ha demostrado que sí y ha sido premiada por ello. La Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género reconoció el trabajo de Rituerto en la última edición de sus premios a tesis doctorales sobre violencia contra la mujer por “profundizar en el uso de la tecnología de audio y la inteligencia artificial para prevenir y combatir” el maltrato machista.

Señales acústicas

Rituerto explica que su trabajo tenía como objetivo utilizar el habla y las señales acústicas que rodean a una mujer para detectar cuándo una situación puede ser peligrosa para ella. En concreto, detectar el miedo en su voz para determinar si está en riesgo de ser atacada por su agresor, así como sonidos circundantes que alerten del peligro: de pasos acelerados de madrugada, golpes, objetos que se rompen...

De su tesis, se destaca que emplea la inteligencia artificial para comprender las reacciones de las mujeres ante situaciones de riesgo o peligro, con el objetivo de poder generar mecanismos automáticos de detección de estas situaciones a partir de la modalidad auditiva en particular. Además, resalta que “todo el proceso metodológico empleado es sumamente interesante y riguroso, además de respetuoso con las víctimas”.

La institución, dependiente del Ministerio de Igualdad, considera que “el impacto de esta investigación a medio plazo en los sistemas de protección a víctimas de violencia de género puede ser muy relevante”.

La tesis de Rituerto nació en el seno de UC3M4Safety, un proyecto de la Universidad Carlos III de Madrid que persigue emplear la tecnología en la prevención, la detección, la protección y la lucha contra la violencia de género. Allí, un equipo investigador con perfiles procedentes de distintas disciplinas se conformó para desarrollar dispositivos electrónicos capaces de detectar el miedo en una víctima de violencia de género a través de su voz o de sus constantes vitales (temperatura, pulso, sudoración...) y que esas reacciones desencadenaran que el teléfono inteligente envíe una alerta a los servicios de emergencias y la policía o a un círculo cercano de la víctima.

La IA indica el nivel de riesgo

La investigadora, ingeniera de sistemas audiovisuales, señala que los dispositivos (un colgante con un micrófono para captar los sonidos) y una pulsera (para detectar marcadores biológicos de la usuaria) se vinculan con un teléfono inteligente que a su vez está conectado a un sistema en la nube. La inteligencia artificial contribuye a determinar cuándo una situación es de riesgo y hay que socorrer a la víctima.

Rituerto precisa que estos dispositivos podrán estar en funcionamiento en pocos años (por el momento las pruebas se han limitado al laboratorio) y que en un futuro cercano se empezarán a testar en la calle.