Los primeros acusados que han declarado este lunes en el juicio que se sigue contra trece personas acusadas de intentar matar de una brutal paliza y dos cuchilladas a un hombre en una plaza de Pasai Antxo han negado haber participado en la agresión. Once de los procesados (ocho hombres y cinco mujeres en total) se enfrentan a penas que suman 14 años de cárcel por un delito de tentativa de homicidio con la agravante de superioridad y por un delito de robo con violencia, si bien la Fiscalía eleva hasta los 17 años de prisión su petición de condena para los dos restantes ya que les aplica la agravante de reincidencia.

En la primera jornada del juicio por estos hechos celebrada este lunes en la Sección Tercera de la Audiencia de Gipuzkoa han declarado nueve acusados (cuatro mujeres y cinco hombres), muchos de ellos miembros de la misma familia, quienes han negado rotundamente haber participado en la agresión.

Varios de ellos han eximido además de responsabilidad a dos de los procesados que, según han relatado, no podían estar en Pasai Antxo por la "ley gitana", ya que un "patriarca" les había prohibido acudir a esta localidad por un "grave" incidente previo ocurrido tiempo atrás.

Patinete sin batería

Según la versión de la Fiscalía los hechos sucedieron sobre las 00.45 horas del 15 de mayo de 2021, cuando dos de los imputados se aproximaron a la víctima mientras ésta se dirigía a pie a su domicilio, tras quedarse sin batería en su patinete eléctrico, y a la que presuntamente pidieron que les entregara el vehículo y su teléfono móvil.

No obstante, el perjudicado logró marcharse del lugar pero cuando se disponía a abrir el portal de su casa fue abordado por los trece procesados que "puestos de común acuerdo" presuntamente comenzaron a propinarle patadas, puñetazos y "golpes con palos" en distintas partes del cuerpo "con ánimo de acabar con su vida".

La Fiscalía detalla que los encausados presuntamente se aprovecharon de la "soledad" de su víctima y del "elevado número" del grupo de agresores para propiciar una "espiral de violencia" en la que el agredido llegó a perder el conocimiento en algunos momentos.

Un contexto en el que uno de los procesados presuntamente habría intentado clavarle una navaja en el abdomen, gritándole: "Te voy a matar, te voy a matar", mientras agarraba por el cuello a la víctima, quien logró "parar la puñalada con las manos" en las que sufrió diversos cortes.

Cortarle el cuello

En ese momento, otro de ellos, habría tratado de cortarle el cuello con un cuchillo, mientras le decía: "Me cago en tus muertos. Te voy a quitar la vida ahora mismo", aunque no logró su propósito porque el agredido "consiguió mover la cabeza y zafarse", aunque recibió el golpe en la mandíbula.

Entonces, una tercera acusada presuntamente golpeó al damnificado con la empuñadura de un bastón de bola, mientras que un cuarto presunto agresor le habría propinado otro golpe en la cabeza con una botella.

Una vez que el perjudicado recuperó el conocimiento, los procesados habrían continuado "asestándole golpes con la finalidad de terminar con su vida" sin lograrlo porque una vecina bajó a la calle y logró "parar la agresión" al desvelar que "había alertado a la Policía", lo que provocó la huida de los procesados, que también le habrían robado una cazadora y 45 euros, además de dejar "inservible" su patinete eléctrico.

En la sesión del juicio de este lunes, algunos de los procesados han negado tajantemente haber estado en Pasaia aquel día, mientras que otros han admitido haber acudido a esta población porque celebraban el cumpleaños del abuelo de la familia en un piso de Antxo.

Bajaron al parque

No obstante, han explicado que varios vecinos les llamaron la atención por el ruido, tras lo que algunos de los asistentes decidieron marcharse mientras otros bajaron a la plaza hasta que llegaron varias dotaciones de la Policía Municipal y la Ertzaintza y se fueron del lugar.

No obstante ninguno de ellos ha sabido dar explicación alguna al ser preguntados por el fiscal sobre cómo explican el hecho de que la víctima les haya identificado en diferentes reconocimientos fotográficos como las personas que le agredieron, e incluso uno de ellos ha llegado a sugerir que la víctima "se droga o toma pastillas o algo" porque, según ha recalcado, él no estuvo en el lugar, lo que ha suscitado las risas del resto de encausados.

Uno de los procesados, por su parte, ha recordado que ya en la fase de instrucción se mostró dispuesto a ser sometido al "test de la verdad, mientras que otro ha aclarado que aquella jornada la pasó en Martutene ya que no podía estar en Pasaia como dicta la "ley gitana" al haberse "enemistado" con parte de la familia, después de haber denunciado judicialmente a tres de sus miembros tras una agresión con arma blanca por la que estos fueron condenados.

El juicio continuará mañana martes con la declaración de los cuatro procesados restantes y está previsto que en las siguientes jornadas lo haga la víctima, quien lo hará en calidad de testigo protegido.