El incendio en el bar Zumeltzegi, en la calle Fermín Calbetón de la Parte Vieja Donostiarra, ha encendido todas las alarmas, ya que en los últimos meses las intervenciones por fuego de los bomberos en este emblemático barrio de la ciudad no han sido pocas.

En diciembre de 2023 un incendio se originó en el bar Senra de la calle 31 de agosto. En la misa calle, pero un mes antes, dos personas fueron atendidas por inhalación de humo tras un incendio originado en la campana extractora de una vivienda. En enero de este año el incendio a sofocar tuvo lugar en la calle Juan de Bilbao, donde tomó fuego un cuadro eléctrico, que obligo al rescate de tres vecinos con una escala.

A estos fuegos hay que sumar el de ayer en el bar Zumeltzegi, hecho que ha provocado que la asociación vecinal Parte Zaharrean Bizi haya vuelto a reclamar al Gobierno municipal un mayor control de los establecimientos hosteleros y de los almacenes de los mismos.

Los vecinos han manifestado su preocupación por esta sucesión de incendios, preocupación que se agrava por el hecho de que la estructura de los edificios de la Parte Vieja es, en su mayor parte, de madera, lo que favorece que el fuego se extienda con mayor facilidad.

El alcalde de Donostia, Eneko Goia, ha sido preguntado hoy por el posible refuerzo de las revisiones y la situación de los vecinos afectados por el último incendio en la calle Fermín Calbetón. 

Según ha relatado Goia, cuando una freidora tomó fuego los trabajadores del establecimiento se esforzaron por apagarlo con los extintores que se hallaban en el mismo sin lograrlo. Como consecuencia del incendio dos de ellos tuvieron que ser atendidos por inhalación de humo.

Daños cuantiosos

Los daños en el bar Zumeltzegi han sido cuantiosos, pero también se ha visto muy afectado el primer tramo de las escaleras del edificio, así como el último piso ya que el patio ha propiciado un efecto chimenea para las llamas. 

Dos familias fueron realojadas por los Servicios Sociales del Ayuntamiento en un hotel, donde según el protocolo municipal podrán permanecer durante tres días. Otras pudieron acudir a hogares de familiares o amigos.

"La tarea de los servicios municipales se centra en arreglar lo que hay que arreglar para que los vecinos regresen cuanto antes a sus hogares"

Eneko Goia - Alcalde de Donostia

La tarea de los servicios municipales se centra “en arreglar lo que haya que arreglar”, porque el edificio no tiene agua, ni electricidad, ni gas, ya que como consecuencia del incendio se dio una “pequeña fuga”. Quedaría por restituir el tramo de escaleras quemado para “posibilitar el acceso a las viviendas”. “Habrá que esperar a ver cómo va todo y cuánto tiempo se prolongará esta situación”, ha apuntado Goia. De momento, todos los vecinos siguen fuera del bloque.

Al mediodía, los vecinos afectados han podido acceder a sus viviendas, ayudados por los bomberos, para coger lo necesario para estos días. 

“Los incendios en la Parte Vieja nos preocupan, porque la mayor parte de las casas tienen una estructura de madera, lo que supone un riesgo añadido”, ha abundado el primer edil donostiarra, que ha destacado la “celeridad” de respuesta de los bomberos.

“Las inspecciones se hacen para comprobar que las cocinas de los establecimientos hosteleros cumplen las condiciones que deben cumplir, pero eso no garantiza siempre que no haya accidentes”, ha incidido Goia, que ha anunciado una investigación más en profundidad de las causas del incendio.

Preocupación

Xabier Arberas, de Parte Zaharrean Bizi, ha asegurado a NOTICIAS DE GIPUZKOA, que según la información que tiene la asociación vecinal “no es verdad” que el Consistorio esté llevando a cabo las revisiones oportunas en los establecimientos hosteleros, sino que procede a hacerlas cuando hay denuncias.

Como ejemplo ponen el del restaurante Senra, que sumaba “varias denuncias” antes de incendio.

Parte Zaharrean Bizi pone el foco sobre diversas cuestiones. Por una parte señala que los incendios que han tenido como origen un establecimiento hostelero proceden en la mayor parte de casos, de unos elementos muy concretos, como la freidora, el extractor, chimeneas, etc., elementos susceptibles a acumular grasa y que adolecen de una falta de mantenimiento y se hallan “en mal estado”.

En esta ocasión, “menos mal que ha ocurrido en un momento en el que no estaba el comedor lleno”, ha destacado Parte Zaharrean Bizi, que lamenta que la falta de control redunde en un aumento del nivel de riesgo tanto de vecinos como de trabajadores.

"La mayor parte de los incendios en los establecimientos hosteleros se originan en los mismos elementos, que se hallan en mal estado o con deficiente mantenimiento"

Xabier Arberas - Parte Zaharrean Bizi

El barrio, han abundado, tiene unas características que lo diferencian del resto de los de la ciudad en lo que a riesgo de incendios se refiere: la mayoría de los edificios tienen estructura de madera pero, sobre todo, que asume la presión de tener “un establecimiento hostelero por cada 29 habitantes”.

Otro aspecto a tomar en cuenta, han asegurado, es la proliferación de almacenes vinculados a este tipo de establecimientos que, en muchos casos, no están regularizados ni controlados.

En torno a 60 locales, que fueron en su día “comercios de proximidad” y que cerraron sus puertas, podrían albergar este tipo de almacén. “Hay varias denuncias interpuestas en este sentido”, han apuntado desde Parte Zaharrean Bizi. “Tres locales tienen licencia concedida, seis la han solicitado y del resto no tenemos ni idea”, han incidido desde la asociación.

“El Ayuntamiento no puede cerrar los ojos ante lo que ocurre”, han destacado desde el colectivo vecinal, que lleva una contabilidad propia de las incidencias acaecidas a modo de incendio, de mayor o menor envergadura: 14 en total.

Las preguntas que los vecinos quiere que sean respondidas por el Ayuntamiento hacen referencia a los elementos más afectados por el fuego y su mantenimiento y a los “protocolos de inspección” de la institución.

“Es el momento de personarnos como parte interesada”, han subrayado los representantes vecinales, que consideran que “los intereses privados de la hostelería no pueden estar por encima de la seguridad” de las personas que residen en el barrio. “El Ayuntamiento tienen que inspeccionar y actuar de forma contundente cuando sea necesario”, han destacado.

Por último, desde Parte Zaharrean Bizi se ha mostrado especial interés por conocer “qué dicen los informes de bomberos”.

Tras el incendio del restaurante Senra el pasado mes de diciembre, Parte Zaharrean Bizi ya pidió al Gobierno de la ciudad que “las revisiones que se realicen en los establecimientos hosteleros no sean de mero trámite, sino que sean ajustadas a lo que dice la normativa”.

El restaurante Senra de la calle 31 de agosto se incendió el pasado mes de diciembre Iker Azurmendi

Además, la asociación demandó que se active “un control exhaustivo de todas las actividades calificadas como molestas, insalubres, nocivas y peligrosas”.

Por último, exigió que desde el Ayuntamiento se lleve a cabo “sin tardanza un control de los almacenes que existen en el barrio, cerrando aquellos que sean ilegales y comprobando el cumplimiento de las condiciones de aquellos que cuenten con autorización”.

En esta misma línea se pronunciaron, en declaraciones efectuadas a Noticias de Gipuzkoa, comerciantes del barrio, que aseguraron que en el mismo existen almacenes que no se controlan, vinculados a establecimientos hosteleros, con neveras y otros elementos que podrían ser causa de un incendio, por lo que pidieron al Consistorio que se procediera a realizar un riguroso control de estas lonjas.