Testigos presenciales de la muerte de Santi Coca, el menor de 17 años que falleció en 2019 tras recibir una paliza en Donostia, han ofrecido este martes versiones de los hechos contrapuestas durante el juicio que se sigue en la Audiencia de Gipuzkoa, y que se prolongará hasta el 5 de diciembre. “Le estuvieron dando patadas como si fuera un balón de fútbol, y continuaron una vez que cayó al suelo”, ha asegurado uno de los jóvenes, que apunta a "bastantes personas" participando en la paliza que acabó con la vida de Coca. Otro testigo, por el contrario, indica que fue la víctima mortal quien inició la pelea, y que ésta solo tuvo lugar entre él y un joven fugado por estos hechos.

La tercera sesión del juicio con jurado que se celebra desde el pasado viernes en la Audiencia de Gipuzkoa ha estado marcada por "contradicciones" de los testigos, según han puesto de relieve las partes, al señalar que el relato de los hechos no se corresponde con el que ofrecieron hace ya más de cuatro años durante la fase de instrucción. Dos jóvenes, conocidos de los acusados, han exculpado a los procesados para atribuir toda la responsabilidad penal de lo ocurrido al joven que huyó de la justicia.

Durante la mañana ha comparecido un testigo, amigo de los cinco encausados, con los que estuvo en la discoteca donostiarra aquella noche del 26 de abril de 2019. La “trifulca”, como quedó acreditado en la sesión del lunes, se originó cuando a un amigo de Iker Coca, hermano de la víctima, le quitaron un paquete de tabaco poco antes de salir de la discoteca.

Santi, que había quedado con Iker para regresar a casa, llegó al lugar, próximo al Náutico, hacia las cinco de la madrugada. “Empezaba a llover, y vimos entonces a los amigos de Santi, justo cuando se le estaba devolviendo el cigarro. Empezó la discusión, pero el único que se acercó a Santi fue el fugado”, ha indicado este testigo, en relación al joven que permanece huido desde octubre de 2022, contra el que se ha emitido una orden europea de detención. La fiscal le ha mostrado una foto del joven. “Sí, es él”, ha asentido.

Puños y patadas "en un abrir y cerrar de ojos"

“Discutieron, y en un abrir y cerrar de ojos el argelino (como es apodado) le pegó puños y patadas. Fue todo muy rápido. Le daba en la cabeza; y continuó una vez que estaba en el suelo. Empezó entonces a montarse barullo, pero el resto de personas estaban alejadas”, ha indicado durante la sesión de esta mañana, mientras miraba a los cinco encausados, de los que ha negado su participación en los hechos. Este joven asegura que presenció todo lo ocurrido, desde que se inició la discusión y Santi Coca "pegó un puñetazo al argelino".

Según esta versión, es la víctima mortal quien inicia la pelea, y el joven fugado quien le da fin, sin intermediación de terceros. Un relato de los hechos que no se corresponde con el ofrecido por otro joven, que entró en la discoteca donostiarra a la una de la madrugada y salió a las cinco. “Salí a mear al puerto. Al volver, me quedé con dos amigos, y es cuando empieza un barullo bastante grande y después la agresión. En un primer momento no sabía quién era. Había bastantes personas agrediendo a un chaval, al que daban patadas y puñetazos, y le siguieron pegando una vez que estaba en el suelo”, asegura.

A preguntas de las partes, ha incidido en que se veían "muchas manos" en el grupo. Posteriormente escuchó un nombre. “Oía, Karim, déjalo, vámonos ya. Los agresores, según pudo ver, salieron corriendo "mientras nosotros íbamos hacia el ayuntamiento a avisar a la policía. Todo ocurrió a la altura de la puerta de emergencia del GU. Fueron varias patadas en las que participaron entre diez y quince jóvenes. Era una agresión de un grupo a una sola persona, no eran todos contra todos”, ha asegurado este testigo. Tras recibir un puñetazo, Santi cayó al suelo, y prosiguió la agresión, según ha indicado.

“Le dieron patadas con rabia como si fuera un balón de fútbol, y continuaron una vez que estaba en el suelo”, ha recalcado este testigo, que sin embargo no ha podido identificar a los cinco encausados entre los participantes de la paliza.  

 A lo largo de la sesión, un amigo de los cinco procesados ha detallado que la pelea se produjo mientras Santi decía: "uno contra uno", hasta que uno de los "puños" del "argelino" le "enganchó" y cayó "KO", tras lo que una vez en el suelo le dio una patada y se montó "un tumulto de gente", en el que participaban "dos grupos" porque Santi "no estaba solo".

A continuación, otro testigo que conocía "de vista" al acusado prófugo de la justicia, ha señalado que salió con él de la discoteca pero se separaron después. Lo siguiente que vio, ha dicho, es que se había producido "una pelea y 'el Argelino' estaba pegando", por lo que fue a "separarle", lo cual hizo "estirándole del abrigo". Tras reconocer que tiene el recuerdo "borroso" porque había bebido alcohol. Este testigo no ha reconocido en sala a ninguno de los acusados.