Baiona cierra sus fiestas con récord de asistencia y 4 agresiones sexuales

Las fiestas de Baiona han concluido con un récord de participación que ha llevado a la localidad labortana al límite de su capacidad y plantea la dificultad de acoger a más visitantes. Son al menos 1,3 millones de personas las que se han dado cita en la localidad labortana, lo que supone un 10% más que el año pasado. Un gentío que ha dejado estampas como la que pudo visualizarse el segundo día festivo, con la impactante imagen de miles de entusiastas vestidos con sus camisetas blancas y pañuelos rojos, cantando al unísono el Txoria Txori, que sonaba desde el balcón del ayuntamiento del municipio.

La ciudad ha superado así los 1,1 millones de visitantes que recibió entre el 27 y el 31 de julio del año pasado, que a su vez fue un 15% superior a la afluencia de 2019. Pero no todo ha sido tan positivo.

Las fiestas se cierran con un balance de cuatro agresiones sexuales, la primera de las cuales tuvo lugar en pleno arranque festivo. “Por el momento es difícil conocer el proceso judicial de cada una de ellas porque estamos hablando da agresiones diferentes, algunas de las cuales han ocurrido en la calle y otras en domicilios”, según señaló ayer la fiscal adjunta de Baiona, Caroline Parizel.

No ha sido el único suceso en el marco de las fiestas ya que un hombre de 46 años recibió una brutal paliza cuando regresaba a casa y continúa en coma tras sufrir una hemorragia cerebral. La policía continúa buscando a los autores.

Se investiga además la muerte de un joven de 18 años, cuyo cuerpo sin vida apareció en su domicilio de Donibane Lohitzune el pasado domingo, poco después de regresar de unas fiestas en las que se han interpuesto más de 900 denuncias, la mitad de ellas por el hurto de teléfonos móviles.

Violación grupal

El capítulo de agresiones se repite año tras año. Durante las fiestas de 2022 una mujer de 27 años de edad denunció una violación grupal ocurrida en una vivienda de la localidad, hechos por los que fueron detenidos dos varones cuando aún se encontraban en el lugar, el propio domicilio de uno de ellos. Los dos acusados, que admitieron haber mantenido relaciones sexuales, fueron puestos en libertad bajo supervisión judicial, a pesar de la solicitud de la fiscalía de mantenerlos en prisión preventiva.