“Poder optar a un empleo me hace estar como en mi país”
El proyecto Eskolanbide ha facilitado la integración laboral de 27 inmigrantes en Gipuzkoa a través de un a formación y prácticas en hostelería
A pesar de que muchos llevan incluso más de una década en Gipuzkoa, las constantes trabas administrativas hacen que buena parte de los inmigrantes se sientan excluidos de la sociedad guipuzcoana. Conseguir un permiso de trabajo es, en la mayoría de los casos, una quimera al alcance de muy pocos. No obstante, 27 inmigrantes en situación irregular lo han conseguido gracias al proyecto Eskolanbide de la Asociación de Empresarios de Hostelería del territorio, a través del que han conseguido formarse en el sector y realizar prácticas de cara a una futura contratación.
“Es muy difícil avanzar en tu proyecto de vida si no tienes forma de trabajar. Este curso nos ha abierto las puertas de par en par”, ha reconocido Alany Judith Cárcamo, de Nicaragua y una de las 27 personas graduadas en el proyecto, durante la entrega este miércoles de los diplomas acreditativos de su formación en la sede de la asociación hostelera. Durante varios meses, en un total de 350 horas, este grupo ha recibido “una oportunidad única” de formarse en el sector de la hostelería, realizar prácticas, saber mejor cómo buscar un empleo y, quizás, lo más importante, conseguir el Número de Identidad de Extranjero (NIE).
“Les ha servido, principalmente, para regular su situación. Han podido salir del camino sin salida en el que estaban y empezar a integrarse como uno más”, ha comentado el profesor del curso, Jaime Pérez, para quien la formación ha tenido, además, otros beneficios. “Se han podido conocer entre ellos, compartir experiencias y darse apoyo. Han hecho un gran esfuerzo por aprender, algo que no todos se lo pueden permitir durante tanto tiempo”, ha añadido.
Así lo ven también la salvadoreña Alejandra Quintanilla y las nicaragüenses Diana Gutiérrez y Keyli Ruiz, tres “nuevas amigas para toda la vida” tras conocerse en el proyecto. “Todo ha sido excelente, desde la formación al profesor y las prácticas, pero, sobre todo, ha sido un aprendizaje personal porque nos ha permitido valernos por nosotras mismas”, han asegurado. Las tres, junto a otra participante, Karelis Alonso, también de Nicaragua, han aprovechado el reencuentro con su profesor para darles los detalles de sus últimos avances. “Me gusta más donde estoy ahora porque puedo servir más cafés, que es lo que me gusta”, le revelaba esta última al maestro.
Contar con un permiso de trabajo ha cambiado por completo la percepción que tenían de cara a su futuro, tal y como ha contado Karelis, que última sus prácticas en un restaurante de Donostia. “Poder optar a un empleo me hace estar como en mi país. Es ser una más aquí”, reconoce, mientras el que ha sido su profesor añade: “Conseguir un trabajo es ser independiente. Antes no veían futuro porque no podían optar a él y ahora, en cambio, ven un proyecto de vida aquí”.
Son los casos de, por ejemplo, del nicaragüense Pablo Efrei y el colombiano José Andrés del Basto, con doce y seis años, respectivamente, viviendo en Gipuzkoa. “Me ha abierto todas las puertas porque antes no sabía cómo conseguir los papeles. Es un lío de administraciones que no se entiende”, ha argumentado el primero, mientras que su compañero ha apuntado que el curso le ha abierto las puertas a un sector que desconocía. “Jamás había trabajado en un bar. Ahora estoy aprendiendo poco a poco en las cocinas y estoy muy contento”, ha opinado, por su parte, el segundo.
3.460 solicitudes de residencia por arraigo
El proyecto de la Asociación de Hostelería de Gipuzkoa nace de la nueva reforma del Reglamento de la Ley de Extranjería, gracias a la cual se facilita que las personas de otros países puedan formarse en sectores con escasez de mano de obra y regular, de este modo, su situación en el Estado.
“Es un proyecto pionero por su carácter integral”, ha señalado durante el acto Kino Martínez, secretario general de la asociación, sobre el curso que han elaborado, al tiempo que se ha referido a baja natalidad en Euskadi como un problema al que se le debe hacer frente con medidas. “Para mantener nuestro bienestar tenemos que abrir puertas y ventanas a la mayor velocidad posible”, ha agregado, en referencia a iniciativas como esta, iniciada hace tan solo siete meses y que ha contado con el apoyo de Lanbide, el Ayuntamiento de Donostia y la delegación del Gobierno español en Euskadi.
El resultado final ha sido “todo un éxito”, con una tasa de abandono “espectacularmente baja” –solo tres alumnos han dejado el curso- y todos los graduados con el INE en su poder. “Aún así, todavía quedan cosas por hacer, como la necesidad de contar con apoyos legales para el camino de estos inmigrantes”, ha comentado Martínez dirigiéndose al delegado del Gobierno español, Denis Itxaso, que también ha estado en el acto.
Este, a su vez, ha querido agradecer el esfuerzo de “las personas valientes que dejan su país atrás” y ha reconocido que la inmigración es “una oportunidad única para nuestra demografía”. “Al invertir en vosotros se está invirtiendo en el futuro de Euskadi”, ha apuntado, antes de dar a conocer que de las 3.460 solicitudes de residencia por arraigo en Gipuzkoa recibidas desde la entrada en vigor de la reforma 696 han sido por formación.
Por último, Marisol Garmendia, en su primer acto institucional como nueva concejala de Economía y Empleo Local y Ecología del Ayuntamiento de Donostia ha querido reconocer la labor de la hostelería en la ciudad como “generador de empleo y ejemplo de integración e inclusión social”.