Invadido todavía por la resaca emocional, Antxon Jauregi Vidal confiesa haber vivido el pasado viernes, el día grande de las fiestas de su Irun natal, “en una nube”. A sus 19 años ha hecho historia al ser el primer hombre en desfilar como cantinera en el Alarde Público, pero para él ha sido algo “totalmente normal”, una vivencia con la que ha soñado desde pequeño. “Lo que he sentido es que he hecho algo que siempre he querido, nada más, igual que muchas chicas de mi edad”, asegura.

Su oportunidad llegó con la creación de la compañía San Miguel, que se ha estrenado este 2023. “Antes vivía en Behobia y en ese barrio el Alarde Público no tiene compañía, pero después de mudarme y de que surgiera la compañía, no lo dudé”, cuenta. Además, relata que no encontró ninguna traba para presentarse al sorteo por el que se escoge a las cantineras, y ante el rumor que desde hace años existe en la ciudad acerca de hombres que lo han intentado previamente y han recibido una negativa, explica que “o es mentira, o simplemente no han salido porque no les ha tocado en el sorteo, porque yo no tuve ningún problema”.

Así, la esperada noticia llegó el 12 de mayo, provocando la alegría no solo de Antxon, sino de todo su círculo. “Mi familia y mis amigos se pusieron supercontentos”, recuerda. Aunque reconoce que su madre se encontraba “un poco expectante” por las reacciones que pudieran surgir, también relata que él intentaba tranquilizarla recordándole que “esto es una fiesta, no nos tenemos que olvidar de eso”, y que “pasado el Alarde me ha dicho que no esperaba tanto apoyo”.

Desde el primer momento Antxon se ha sentido sumamente arropado, no sólo por su gente sino también por personas desconocidas, tanto dentro como fuera de su compañía. “Es algo por lo que estoy superagradecida”, cuenta.

Ese calor le ha llegado no sólo durante las semanas previas, sino también en el transcurso de todas las fiestas: “Los ensayos del barrio son más familiares, pero cuando fuimos al centro, recuerdo que me impactó mucho la cantidad de gente que había, por ejemplo, en la calle Mayor”.

Es la misma sensación que le invadió el 30 de junio, día del Alarde, durante el momento conocido como Arrancada: “Cuando vi desde la plaza Urdanibia que no había un hueco en la cuesta San Marcial y que todo el mundo estaba aplaudiendo y gritando, me quedé tan sorprendido que no podía más que llorar de la emoción”. En este sentido, reconoce que resulta muy distinto desfilar tocando el txilibito, como ha hecho durante años, a ser cantinera, puesto que en este papel “sientes mucho más el apoyo de la gente desde las aceras. Y aunque muchísimas veces me había imaginado cómo sería, la verdad es que ha sido mucho más impactante y emocionante”.

Si tuviera que elegir un momento entre todos los vividos el día del Alarde, el joven no sabría con cuál quedarse, puesto que todos le resultaron especiales. Sin embargo, reconoce que durante las paradas, cuando veía a la General, Maite Vergara, o esta le dirigía algunas palabras, se emocionaba especialmente. “Pero lo cierto es que me pasé todo el día llorando de emoción”, relata.

21

Desfile del Alarde Mixto Javi Colmenero

Cumplir el deseo de un niño

Por lo demás, asegura haberse sentido de la misma forma que cualquier otra cantinera. “Lo he hecho todo igual, lo único distinto ha sido que en la presentación del día 28 y en la revista de armas del 29 he llevado pantalones en lugar de vestido blanco, eso sí que es la primera vez que se ha visto. Pero lo hice porque con vestido no me sentía cómodo”, defiende. Sin embargo, el día 30 desfiló con el mismo traje que sus compañeras.

Con todo, Antxon tiene claro que recordará el resto de su vida estos sanmarciales en los que ha podido “cumplir el deseo de aquel niño que con tres años soñaba con desfilar por las calles de Irun con su abanico”.

Mirando al futuro, asegura que seguirá participando en el Alarde y que probablemente lo hará junto a su familia, ya que para poder acompañarle y disfrutar de las fiestas lo más cerca posible de él, sus aitas, su hermana y otros familiares se han animado este año a desfilar por primera vez. Al mismo tiempo, Antxon ha querido expresar su agradecimiento a toda la gente que, aun sin conocerle, le ha brindado su apoyo, y espera que su caso sirva para abrir camino a otras personas y que “ahora y siempre cualquiera pueda disfrutar de estas fiestas de forma indiscriminada y feliz”.