A pesar de la incertidumbre con la que todavía se vivió el pasado año a causa de la pandemia, los centros especiales de iniciativa social de Euskadi no solo recuperaron el número de trabajadores con discapacidad, sino que registraron la mayor cifra nunca antes alcanzada. Así, en 2022 hubo 8.317 empleados pertenecientes a este colectivo, lo que supone 218 personas más que el curso anterior. Además, se generaron 166 nuevos puestos de empleo ordinario y se obtuvo una facturación de 794 millones de euros.
Asier Vitoria, presidente de EHLABE, la asociación de entidades de iniciativa social de Euskadi, y Alfonso Gurpegui, viceconsejero de Empleo e Inclusión del Gobierno Vasco, han hecho balance este miércoles en Donostia de un último año que ha superado todas las expectativas. “Recuperamos las cifras de la plantilla precovid, pero, además, superamos la cifra que había en 2019”, ha indicado Vitoria, en representación de un entidad que está formada por catorce compañías de los tres territorios de la CAV.
En 2022, por lo tanto, los centros sociales alcanzaron los 8.137 trabajadores con discapacidad gracias a 218 nuevos empleados, de los que 152 fueron personas con mayores necesidades de apoyo (53 más que en 2021). Las entidades que forman EHLABE, además, generaron 166 nuevos puestos de trabajo en empleo ordinario, “uno de los principales retos” para la asociación. De ellos, la mayoría, 142, fueron personas con discapacidad de mayores grados de necesidad.
En total, el 59% de los empleados tienen necesidades de apoyo, mientras que el 29% cuentan con una discapacidad intelectual y el 26% una enfermedad mental. “Al contar con una cada vez mayor diversificación en los puestos de trabajo, es más fácil adaptar a cada persona a uno de ellos”, ha revelado Vitoria.
Con estos datos, Euskadi cuenta con el índice de paro de personas con discapacidad más bajo del Estado, con un 16,5% frente al 23,9% de la media estatal. Además, las organizaciones de EHLABE generaron el pasado año 794 millones de euros de facturación. Gracias a ello, cada centro especial obtuvo un beneficio de más de siete euros por cada euro recibido de la Administración pública.
“Se trata de un modelo eficaz e inclusivo que sabe adaptarse a las condiciones de cada momento, como se ha demostrado con la pandemia y con la guerra en el corazón de Europa”, ha apuntado el viceconsejero.
Retos a corto y medio plazo
Aunque el balance de 2022 ha sido muy positivo para EHLABE, el presidente de la asociación ha dado a conocer una serie de retos a corto y medio plazo. El principal de ellos sigue siendo mantener el empleo y extender, así, en el tiempo la duración de los contratos. Asimismo, es fundamental seguir impulsando la diversificación y extender el apoyo del Gobierno Vasco y Lanbide. “La inversión de hoy son los puestos de trabajo de mañana”, ha recordado.
Sobre este aspecto, Vitoria ha querido referirse a la aprobación de la Ley Vasca de Empleo, lo que supondrá “una oportunidad inmejorable para el proyecto de país”. “Nos permitirá afianzar la colaboración con la Administración pública y hacerla más estable en el tiempo”, ha agregado.
En la actualidad, EHLABE está integrada por catorce compañías guipuzcoanas, alavesas y vizcainas. En Gipuzkoa, forman parte de ella Gureak, Sutargi y Katea Legaia.