Una vigilante de seguridad que prestaba sus servicios en un supermercado de la cadena de distribución Eroski situado en Irun resultó herida el pasado lunes al ser agredida por un indigente que mostraba una actitud agresiva.

Los hechos tuvieron lugar cuando la vigilante pidió al indigente que saliera del supermercado y dejara de molestar a los usuarios, informó ayer la Federación de Servicios, Movilidad y Consumo (FeSMC) de UGT Euskadi.

Ante esta solicitud, el hombre tuvo un “arrebato de agresividad” y golpeó con una lata a la vigilante, a la que rompió las gafas y le ocasionó “importantes lesiones” por las que fue atendida por el servicio de urgencias.

El sindicato criticó que el atacante fuera condenado por una “falta leve” en el juicio rápido que se celebró el miércoles en lugar de las penas que conllevan las agresiones a agentes de la autoridad, que van de uno a cuatro años de prisión. Asimismo, denunció el “escaso respaldo jurídico” que tiene el sector de los vigilantes de seguridad al no tener consideración de “agentes de la autoridad”.

UGT señaló que trabaja para que el nuevo Reglamento de Seguridad Privada dote al sector de una mayor cobertura legal y contemple que, ante cualquier falta o delito hacia un agente de seguridad, se le conceda “automáticamente el carácter de agente de autoridad”.

Asimismo, advirtió del “preocupante aumento de las agresiones” que sufren estas personas y pidió a empresas, clientes y administraciones públicas que pongan los medios necesarios para que los agentes de seguridad puedan desarrollar su actividad.