La Carrera de Primavera se alía este año con la ONG Wanawake Mujer con el fin de dar oportunidades laborales a mujeres residentes en Kenia, Tanzania y España supervivientes de la mutilación genital femenina, el matrimonio infantil y la trata. Mónica Batán, directora de la ONG, se calzará las zapatillas para correr la prueba de 10 kilómetros que discurrirá este domingo por las calles de Donostia, y cuenta en esta entrevista cómo se materializará la colaboración a través de las flores Maua, elaboradas por mujeres supervivientes de las prácticas más radicales de la violencia de género.

¿Cómo nace la propuesta de colaboración con la Carrera de Primavera?

La organización se interesó en nuestra ONG por nuestra forma especial de trabajar. Estamos muy vinculadas al deporte y las carreras, y lo utilizamos como herramienta de sensibilización. Al final, las niñas y mujeres huyen de la mutilación genital y realizan auténticas maratones para escapar de esta práctica. Por ello, existe un paralelismo en el hecho de correr, que nosotras hacemos por diversión u ocio, y ellas lo hacen para salvarse la vida.

¿Cómo van a materializar esta colaboración?

Nuestro objetivo es sensibilizar no solo sobre la mutilación genital, sino también sobre el matrimonio infantil, que es el paso posterior a la mutilación, y también sobre la trata con fines de explotación, principalmente, sexual. Para ello vamos a utilizar las coloridas flores Maua, que van a poder lucir las y los corredores.

¿Qué son las flores Maua?

Maua significa flores en suahili y están hechas de forma artesanal en Kenia y Tanzania por mujeres que han dicho no a la mutilación genital femenina y a los matrimonios forzados infantiles e, incluso, las mujeres circuncidadoras que han dejado de serlo porque han recibido una oportunidad laboral diferente. En España, las piezas las terminan mujeres rescatadas de redes de explotación sexual. A través de una artesanía propia de la población masai conseguimos generar recursos para estas mujeres; a las mujeres les permite tener un trabajo y a las niñas, el acceso a la educación y evitar una práctica que vulnera sus derechos más básicos.

Flores maua Wanamake

¿Qué proponen hacer con estas flores en la carrera del domingo?

Vamos a ofrecer a las y los participantes que luzcan las flores en la carrera y se conviertan en agentes activos. Yo la correré y llevaré en mis muñecas pulseras de pétalos de flores y sujetando el dorsal, varias flores.

¿Y cómo se pueden conseguir?

Se pueden encargar de forma anticipada en nuestra página web (www.wanawake.es) y recogerlas el mismo día de la prueba o la víspera en nuestro stand, que estará en el Servicio de Deportes de la UPV/EHU (a 80 metros de la salida). Las enviamos sin gastos de envío, porque lo que queremos es dar visibilidad a esta vulneración de derechos.

¿Cómo percibe la gente esta realidad tan inhumana que viven las mujeres en muchos países?

En general, hay mucho desconocimiento y la gente siente que es algo lejano, pero no lo es. Hay 30 países en los que está certificado que existe la mutilación genital femenina, pero hay evidencia de que actualmente se está practicando en más de 90. En España tenemos a casi 20.000 niñas en riesgo de sufrir esta práctica. Hay que seguir visibilizando, porque tenemos claro que lo que no se ve, no existe.

En el plano personal, ¿por qué crearon esta ONG?

Yo vengo del sector financiero, pero hice un cambio radical a raíz de realizar muchos viajes como voluntaria. Conocí a mi compañera Ana Pérez y cofundamos Wanawake porque nos dimos cuenta al trabajar con realidades de pobreza que la que peor situación tiene siempre es la mujer.

¿Cómo animaría a participar este domingo en la carrera?

El recorrido es maravilloso y hemos notado la sensibilidad más allá del deporte. En las carreras que se corren por una causa la motivación siempre es extra.