Más de medio siglo estuvo Hilario Arbelaitz tras los fogones del Zuberoa de Oiartzun antes de decidir que ya era hora de tomarse un merecido descanso.

Igualmente merecido ha sido el homenaje que le ha brindado esta tarde la comunidad gastronómica y el Basque Culinary Center, un acto en el que estuvo acompañado por colegas de profesión y amigos y amigas.

Desde antes de las 19.00 horas el Basque Culinary Center se ha ido llenando de personas que querían, con su presencia, reconocer un trabajo bien hecho, una vida de dedicación a la cocina.

Al encuentro no han querido faltar algunos de los chefs que conforman el Patronato del Basque Culinary Center, como Pedro Subijana, Eneko Atxa, Martin Berasategi, Andoni Luis Aduriz, Diego Guerrero y Elena Arzak; integrantes de Mahaia Kolektiboa, como Gorka Txapartegi, Dani López, Roberto Ruiz y Aizpea Oihaneder; y muchos otros profesionales que han cruzado sus pasos con Hilario Arbelaitz a lo largo de su dilatada carrera desde distintos sectores vinculados con la gastronomía.

En el transcurso del acto se ha emitido un video en el que Markel Olano, José Luis Rebordinos, Lucía Olaciregui, Jokin Aperribay y Juan Mari Arzak alabaron su trabajo, su "honestidad". Arzak, además, ha hablado del "amigo" y ha lamentado que con su jubilación se le ha ido "un soporte".

En un acto en el que la emoción ha sido uno de los ingrediente más destacados, Arbelaitz ha recibido un recuerdo cargado de simbolismo: una escultura obra de su colega Ramón Roteta y una chaquetilla firmada por más de 100 estudiantes del BCC. Una chaquetilla que mostró a los presentes junto a sus hermanos Eusebio y Joxemari, que le acompañaron en la aventura del Zuberoa,

Arantxa Tapia, consejera de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente, también ha tomado parte en el homenaje en el que han actuado la bertsolari Alaia Martin y el Coro Eguzkilore, de la Cofradía de Gastronomía Vasca.

Martin Berasategi ha dicho de él cuando ha tomado la palabra que es "un cocinero irrepetible, un buen amigo y un grande entre los grandes a nivel mundial. Estratosférico". Pedro Subijana, por su parte, ha querido destacar el "gran defecto" de Arbelaitz: "ser excesivamente humilde". "Para nosotros Hilario ha tenido tres estrellas siempre" ha continuado. Tras estos dos cocineros, Elena Arzak no ha querido perder la oportunidad para homenajear al de Oiartzun: "Hilario ha sido el que más ha tenido lo pies en la tierra. Ha sido nuestra brújula". Eneko Atxa ha dicho que "si el euskera es lo que nos hace euskaldunes, Hilario es el que nos hace cocineros".

Oficiando de anfitrión, el director del BCC, Joxe Mari Aizega, ha querido destacar la trayectoria de Arbelaitz como “referente de la gastronomía vasca” y como profesional que en los 52 años tras los fogones se ha caracterizado por “respetar la tradición, los productos, los sabores y las técnicas”, haciéndolas evolucionar desde ese respeto a la esencia que ha definido su trabajo.

El de esta tarde, ha abundado Aizega, puede considerarse como “un encuentro de amigos y amigas para recordar, hablar y terminar brindando por Hilario y por Zuberoa” y, por extensión, por la familia Arbelaitz.