Una comitiva judicial ha ejecutado este viernes por la mañana la exhumación de los padres de un conocido empresario de Menorca, José María de Olivar Despujol por una demanda de paternidad presentada por una mujer que asegura ser hija ilegítima del empresario y que pretende recibir su herencia.

La exhumación, acordada hace un mes por el titular del Juzgado de Instrucción número 1 de Ciutadella, Juan Pablo Molina, se había señalado para este viernes a las 11.00 horas, según han informado a Europa Press fuentes próximas al caso.

El juez adoptó esta decisión debido a que no se pueden practicar las pruebas genéticas a los restos mortales del empresario, porque fue incinerado tras su fallecimiento hace unos años; y porque los hermanos biológicos del difunto se negaron a someterse a la prueba de ADN. Por ello se ha recurrido a los que, según la tesis de la demandante, serían los abuelos, ambos fallecidos hace más de 30 años.

Una comitiva judicial encabezada por el juez ha acudido al cementerio viejo de Ciutadella para obtener los restos óseos de Carlos de Olivar y Olives y María del Pilar Despujol Pou. En el acto han participado, además del juez, un secretario judicial, dos médicos forenses y un auxiliar, personal del cementerio y los abogados de las partes personadas --de la demandante y de los dos sobrinos del empresario beneficiarios del testamento--.

La exhumación ha transcurrido con normalidad y ha durado algo más de una hora. En los alrededores del cementerio, con presencia policial, se han congregado medios de comunicación para grabar la llegada de la comitiva.

Tras obtener el material genético, se ha levantado acta y se han precintado las muestras, que se remitirán al Instituto Nacional de Toxicología en Barcelona para su análisis. Los resultados podrían llegar en uno o dos meses.

Al cementerio también ha acudido una familiar, pero no ha estado presente en el acto de exhumación porque no es parte del procedimiento.  

DEMANDA POR UNA HERENCIA MILLONARIA

En el litigio que tramita el Juzgado en Menorca, la mujer lucha por una importante herencia que, de no reconocerse su parentesco con el empresario, sería para los sobrinos de éste, según explicó el despacho de abogados que asiste a la mujer, Bufete Osuna. El empresario los nombró expresamente como los herederos de todo su patrimonio en su testamento, una fortuna valorada en unos 40 millones de euros, dejando fuera a su presunta hija ilegítima. 

La demandante es una mujer septuagenaria residente en Andalucía, y en su certificado de nacimiento aparecía como hija de madre soltera. Asegura que su madre, de Barcelona, tuvo una relación en los años cuarenta con el empresario sin haber contraído matrimonio, y con cierta diferencia de edad entre ambos.

El bufete de abogados contextualiza que en la época este nacimiento se consideraba "un absoluto escándalo" y que se produjo un distanciamiento entre ambos hasta que la relación "terminó por romperse". El empresario --un "millonario", según el despacho de abogados-- vivía entre Menorca y Barcelona y era soltero.

Sin embargo, los abogados indican que la relación entre la demandante y el empresario era cordial, que ambos se reunieron en diversas ocasiones, y que aunque él nunca reconociera registralmente su paternidad, supuestamente sí lo hacía en la esfera privada.

En este sentido, a su demanda la mujer aportó cartas intercambiadas entre su madre y su posible padre, en las que se reconocería el embarazo. Además, el despacho jurídico indica que, con mediación de una tercera persona para que el empresario aceptara la paternidad, éste empezó a pagar cantidades de dinero y se hizo cargo de los costes del colegio, poniendo a la niña su apellido en papeles de la escuela y otros registros.  

PALACIOS, FINCAS, OBRAS DE ARTE Y EMPRESAS

Con esta demanda la mujer pretende que se reconozca su derecho a heredar "un inmenso patrimonio" repartido entre Cataluña, Baleares y Andalucía, compuesto de "palacios, tierras rústicas, viviendas, joyas, obras de arte, empresas y metálico en bancos", según su abogado, Fernando Osuna.

Tras haber descartado otras opciones, el juez aceptó la petición de la demandante para que se exhume a los padres del empresario, como único recurso viable para determinar el parentesco mediante una prueba de ADN.