El 24 de noviembre se cumplieron 40 años desde la aprobación de la Ley de Normalización del Uso del Euskera. Un documento que cuatro décadas después sigue permitiendo el desarrollo de nuestra lengua y bajo cuyo paraguas se ha logrado garantizar los derechos de los vascoparlantes y hacer de Euskadi una sociedad bilingüe, en la que el 62,4% de la población tiene algún conocimiento del mismo y casi la mitad es euskaldun.

No siempre fue así. Desde el estrado del Parlamento Vasco, Pedro Miguel Etxenike, un joven consejero de Educación, Universidades e Investigación, mostraba en 1982 la cruda realidad de “una lengua en retroceso, herida de muerte y con riesgo de desaparición”. La ley salió adelante con un amplio consenso.

La actual viceconsejera de Política Lingüística del Gobierno Vasco era entonces una “niña de doce años que iba a la ikastola, de las pocas de su generación que en su pueblo, Berango, tuvo la oportunidad de estudiar en euskera”. Miren Dobaran se considera una “privilegiada” por poder estudiar en mi propia lengua. No toda la sociedad tuvo esa oportunidad”, lamenta, pero sí la tiene ahora y es gracias a esta ley.

Dobaran piensa hoy que los artífices de aquel acuerdo para la Ley de Normalización del Uso del Euskera “fueron unos visionarios” y está contenta de haber realizado ayer, con motivo del Día del Euskera, “ese homenaje y recordar a este grupo de personas que hace 40 años, después de salir de una dictadura en la que teníamos absolutamente todo prohibido”, hicieron posible una herramienta que aún hoy sigue vigente y permite seguir desarrollando el euskera.

Una ley “perfectamente estructurada” que Dobaran cree que no hay que cuestionar y que tiene, si cabe, “más adhesión que cuando se aprobó”. Una ley también que “nos ha dado esa posibilidad de ser flexibles en cuanto a poder montar programas en función de la situación sociolingüística de cada zona. Y adaptarte al terreno, a la gente y a las realidades diferentes que vivía el país. Y esta fórmula nos ha ayudado a ganar poco a poco estos espacios”, explica la viceconsejera.

“Casi estamos consiguiendo ya respetar derechos lingüísticos en las dos lenguas oficiales viniendo de una situación mínima”

Miren Dobaran - Viceconsejera de Política Lingüística

“Me encanta ver hoy que todos nuestros niños y niñas conocen el idioma, cuando hace 40 años los más mayores eran los más euskaldunes; y ver que ahora le hemos dado la vuelta, y que estamos construyendo una sociedad cohesionada. Esa situación me parece que no le damos el valor que le debemos dar. Porque sin conocimiento no hay ningún uso”.

Con todos esos niños y niñas euskaldunes, asegura la viceconsejera de Política Lingüística, “ya tienes una garantía de que el euskera les ha venido de forma natural desde el sistema educativo y en todas nuestras familias, de una forma absolutamente pacífica, conviven las dos lenguas oficiales”.

Reconocimiento

“Hay que agradecer a todos esos padres y madres que sin saber euskera, han decidido una cosa tan importante como que la educación de sus hijos se haga en lengua minoritaria y que no entienden ellos. Han confiado y han querido ser parte del proceso de revitalización de esta norma”, asegura Dobaran: “Ese es un cambio que seguramente no se imaginaban los que hicieron esta ley”.

También subraya que en las instituciones públicas “casi estamos consiguiendo ya respetar derechos lingüísticos en las dos lenguas oficiales, cuando partíamos de una situación absolutamente mínima” y valora el trabajo realizado durante años por el funcionariado vasco.

“Tenemos que dar el salto al ocio y el deporte; el euskera no es un problema; el problema es buscar contenidos de calidad”

Miren Dobaran - Viceconsejera de Política Lingüística

El siguiente reto, asegura la responsable del Gobierno Vasco, es hacer “saltar el euskera de lo académico al ocio y al deporte. El disfrute viene del ocio, no de los exámenes y las ‘etxeko-lanas’. Tenemos que ganar ese espacio, de 9 a 16 años, porque además el euskera a esa edad lo entienden todos”.

En su opinión, contenidos de calidad y con gancho entre la juventud como han sido la teleserie Go!azen o algunos videojuegos, son el mejor ejemplo de que “el euskera no es un problema; el problema es que se hagan contendidos del gusto de los jóvenes”.