Serán tres noches y cuatro días sobre su bicicleta de montaña. Non Stop. “Unas 80 horas” sobre su BTT, en el límite humano, con el objetivo de recaudar fondos para la investigación contra el cáncer infantil. Es el “grito de esperanza” de una familia “normal”, humilde, que un fatídico día, “el 12 de noviembre de 2015”, recibió la fatal noticia de que su pequeño Pablo, el menor de sus dos hijos, tenía un cáncer. “Fue el día más negro de nuestra vida”, asegura hoy José Luis López Cabezuelo, el protagonista de esta aventura que atraviesa Gipuzkoa para recorrer por pistas de montaña y senderos 1.100 kilómetros desde Zamudio hasta su ciudad, Albacete.

Su iniciativa, ElRetodePablo, lleva ya recaudados 121.000 euros y aborda una nueva etapa, la tercera en cinco años. José Luis ya había estado 50 y 60 horas sobre la bici en sus anteriores retos para lograr fondos. Ahora serán 80 y el dinero que se recaude en esta ocasión se destinará a dos proyectos de investigación que está llevando a cabo la Fundación NEN (Niños Enfermos de Neuroblastoma) en el hospital de Cruces (Barakaldo), y en la Clínica Universitaria de Navarra (Iruñea). 

Pablo es hoy un niño “feliz y sano”, dice su padre. Tiene nueve años de edad y un hermano de 14, Israel. Ambos son plenamente conscientes de la enfermedad que padeció el pequeño de la casa y del significado de la iniciativa de sus padres. Aunque ya apenas lo recuerda porque era muy niño, Pablo estuvo 18 meses a caballo entre los hospitales Montepríncipe de Madrid y el de San Joan de Déu, en Barcelona. 

De la noche a la mañana, cuando el niño no había cumplido los tres años, el día que acudía a una revisión rutinaria, algo alertó a los médicos. Le diagnosticaron uno de los cáncer infantil más agresivos que existen: neuroblastoma estadio IV. Su probabilidad de supervivencia era del 30%, ya que el tumor primario era inoperable por su tamaño y ya existía metástasis. 

Fueron 18 meses de tratamiento intensivo con quimioterapia, metayodo terapéutico, cirugía, trasplante de médula ósea, radioterapia e inmunoterapia y Pablo alcanzó la remisión completa en 2017. Actualmente, ya recuperado, se somete a revisiones trimestrales.

El tratamiento que recibió este niño albaceteño “llevaba en vigor solo tres años en Europa, estandarizado ya”, recuerda su padre. “Mi mujer y yo decidimos entonces que íbamos a hacer algo para continuar ese poso, ya que otros padres habían hecho cosas antes y gracias a eso, Pablo pudo tener un tratamiento con garantías”, reconoce José Luis, un amante de la bicicleta. Y pedalear era algo “barato” que podía hacer por los demás. Su esfuerzo atrajo los focos y numerosas donaciones.

“Hoy cuatro padres les van a decir que su hijo tiene cáncer. Eso no lo podemos cambiar. No sabemos por qué sucede, pero sí que esa mala suerte puede cambiar cuando vaya a la consulta oncológica y le digan que hay un tratamiento de garantías”, insiste esta padre de 45 años.

Este miércoles llega a Indar de Beasain

El RetodePablo llegó a lograr la adhesión del exfutbolista Andrés Iniesta en su primera fase (Barcelona-Albacete). Y hoy, el grupo industrial vasco Ingeteam, que cuenta con plantas en Zamudio, Beasain, Sarriguren y Albacete es uno de los principales colaboradores y donantes. Por eso, este miércoles José Luis y su equipo de apoyo pasarán por la fábrica Indar de Beasain, del grupo Ingeteam. El recorrido, de hecho, une las fábricas del grupo empresarial vasco.

Según datos dados a conocer recientemente por Aspanogi, la asociación guipuzcoana contra el cáncer infantil, cada año se diagnostican en el estado español 1.500 nuevos casos de cáncer infantil; en Euskadi son entre 100 y 150 y en Gipuzkoa, una treintena. La leucemia sigue siendo el más habitual.