El encuentro científico en Donostia de la Sociedad Española de Epidemiología, bajo el lema Retos del Siglo XXI: Medioambiente, cambio climático y desigualdades sociales, coincide en el tiempo con una crisis energética que centra el inicio del curso político, con la previsión de un otoño e invierno "complicados" y la decisión de la UE de intervenir en el mercado para frenar unos precios disparados. “Se agotan los recursos, y habría que plantearse si siempre les toca pagar las consecuencias a los mismos”, se pregunta Jesús Ibarluzea, responsable del área de Epidemiología y Salud Pública en Biodonostia.

“Las fuentes y recursos empleados hasta ahora tienen un fin. Hace falta avanzar, ¿pero acaso no lo sabíamos? Nuevamente, como en la película, nos vemos atrapados en el tiempo”, tira de analogía el experto. Un debate energético que se suma a otro climático, dos vasos comunicantes que convergen en un mismo problema. “El verano ha podido ser fabuloso para quien busca sol y altas temperaturas, pero ha sido escandaloso desde el punto de vista de salud pública, y desde el punto de vista de los ecosistemas boscosos”, alerta.

“El verano ha podido ser fabuloso para quien busca sol y altas temperaturas, pero ha sido escandaloso desde el punto de vista de salud pública, y desde el punto de vista de los ecosistemas boscosos”

Jesús Ibarluzea - Técnico de Salud pública del Departamento de Salud del Gobierno Vasco

Este 2022 es ya con gran diferencia el año en el que se han dado un mayor número de grandes incendios forestales. Gipuzkoa se ha salvado de la quema, pero con el referente cercano de Las Landas y la Gironda donde ardieron más de 7.000 hectáreas.

El impacto de los incendios en la salud

Habrá que estudiar cuál es el efecto de todos estos fuegos en los niveles de contaminación atmosférica. Habrá que identificar cuál es la morbilidad y mortalidad atribuíbles a estos niveles de contaminación atmosférica. Han tenido que dispararse en muchas zonas del país”, sostiene Ibarluzea.

El Estado ha registrado hasta el 14 de agosto 50 grandes incendios forestales (aquellos que superan las 500 hectáreas), una cifra que en lo que va de siglo sólo se ha superado en 2006, cuando se contabilizaron 58 fuegos de grandes dimensiones, según datos publicados por el Ministerio para la Transición Ecológica.

En total, desde el 1 de enero y hasta mediados de agosto, en España se han declarado 7.613 siniestros, 5.204 de ellos conatos (menos de una hectárea afectada) y 2.409 incendios (más de una hectárea), según los datos provisionales remitidos por las comunidades autónomas al Ministerio.