El VI Plan Intercultural de Ciudadanía, Inmigración y Asilo del Gobierno vasco buscará que todos los residentes en Euskadi con independencia de su origen "tengan las mismas oportunidades" y no sufran discriminación, y podrá "especial atención" en dos colectivos: mujeres y menores sin acompañamiento familiar.

La consejera de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales, Beatriz Artolazabal, ha comparecido este miércoles en comisión parlamentaria para presentar este plan, que entre 2022 y 2025 prevé una inversión de 35,7 millones de euros para desarrollar 103 acciones en cuatro áreas prioritarias: educación, empleo y formación, convivencia y ámbito lingüístico.

El plan, que también prevé medidas en otras tres áreas complementarias: salud, vivienda y ámbito jurídico, tiene como "propósito final avanzar y profundizar en la construcción de un modelo vasco de gestión de la diversidad cultural", basado en la interculturalidad y en los principios de igualdad de trato y no discriminación y en el derecho de la diferencia.

Ha explicado que la diversidad en Euskadi "va a ir en aumento, porque la gran mayoría de personas inmigrantes de origen extranjero aspira a quedarse". De hecho, el 84,1 % de estas personas "quiere desarrollar su proyecto de futuro" en la comunidad autónoma, según la Encuesta de Población Inmigrante elaborada por el Gobierno vasco.

Es por tanto necesario lograr su "integración social, laboral, educativa y lingüística" de manera que "acaben sintiendo a Euskadi como su país", lo que requiere un enfoque "multidimensional" que incluya cuestiones como el trabajo, el bienestar social y la estabilidad económica.

Ha defendido el derecho de los migrantes a mantener sus prácticas culturales y a que estas sean respetadas, como ellos deben a su vez respetar las costumbres vascas y ha subrayado que el plan es "una oportunidad para manifestar el rechazo a la xenofobia y al racismo de forma clara y contundente y para que las personas que "quieran vivir en Euskadi puedan hacerlo con todos lo derechos y también con obligaciones".

Durante el debate, el representante de EH Bildu Mikel Otero ha elogiado la "filosofía" del plan, pero se ha preguntado si esta "declaración de intenciones" se traducirá en "pasos adelante o se quedará en una batería de medidas descoordinadas". Ha considerado asimismo que el plan nace "caducado" porque no hace mención a los desplazados por la guerra en Ucrania.

Jonathan Martínez (Elkarrekin Podemos-IU) ha valorado que el plan tiene ideas "muy ambiciosas", aunque ha advertido de que "objetivamente no hay recursos presupuestarios ni humanos" para su total desarrollo. "Hacen falta más medios", ha señalado al parlamentario morado.

Carmelo Barrio (PP) ha echado en falta que el plan "hable más de la colaboración" con otras comunidades autónomas y con el Gobierno de España y ha criticado que en el ámbito lingüístico se cite al euskera como "elemento estratégico" para la integración "y no se mencione al castellano".

En la misma línea, Amaia Martínez (Vox) ha censurado la "imposición del euskera, también a la población inmigrante" que a su juicio esconde el plan y ha lamentado que no se haga "referencia a la colaboración con España" cuando la migración es un fenómeno "global".

La consejera, que ha asegurado que Euskadi colabora con el Gobierno español y otras CCAA en este ámbito, ha defendido que el euskera es "una herramienta fundamental de integración" y ha criticado que use "para hacer política de baja calidad". Español y castellano, ha añadido, son cooficiales y "ambas deben ser aprendidas", lo contrario sería "del genero absurdo".

Desde los grupos del Gobierno, Iñigo Iturrate (PNV) ha valorado que la sociedad civil haya participado en la elaboración del un plan que "en gran medida es redondo y valioso" y Miren Gallástegui (PSE) ha elogiado su apuesta por la multiculturalidad porque ayuda a los migrantes a sentirse acogidos y "enriquece" a la sociedad vasca.