Carlos Martínez, el vicepresidente del Banco de Alimentos, ha asegurado este viernes, en una mesa redonda sobre Objetivos de Desarrollo Sostenible de Gipuzkoa, que en nuestro territorio hay muchas "familias que tienen necesidades importantes y a las que hay que atender: estamos repartiendo unos 11 kilos por persona al mes y el alimento que llega a una familia son 46 kilos de alimentos al mes. No solo arroz y pasta, sino que está muy diversificado: todo tipo de lácteos, leche, carne, huevos, patatas, una cesta completa y eso a esa familia le puede suponer a precio de mercado unos 120 o 130 euros que completan esa RGI, pensión baja o sueldo bajito”, ha dicho.

"Son 22.100 personas que estamos atendiendo en el territorio", y están aumentando, reconoce. Estas 22.100 es aproximadamente un 3,1% de la población de Gipuzkoa y es excesivo. No debería haber tanto beneficiario del Banco de Alimentos". Se trata, ha dicho, de un censo actualizado hace dos meses. Antes de la crisis de 2008, recibían alimentos de esta organización unas 11.100 personas, un 1,5% de la población.

El máximo, sin embargo, se alcanzó en 2014, con 24.500 personas que representan el 3,6% de la población total de Gipuzkoa. "Fuimos bajando gracias a que la economía mejoró y fuimos bajando hacia 17.000, pero sin embargo con el tema de covid el incremento fue terrible, porque nos venía mucha gente que tenía un empleo que si no vas a trabajar, no cobras , sin desempleo, ni Ertes, y subió a 21.000 otra vez, más de 3.000 en un año", ha asegurado Martínez.

El vicepresidente del Banco de Alimentos también se ha referido a una pobreza energética que cada vez está más presente. "Notamos que nos piden mucho más alimento envasado. No nos piden los garbanzos y alubias para cocer, porque tardan más en hacerse. Los prefieren en lata, para consumir menos energía”, ha concluido Martínez.