- La Audiencia Provincial de Madrid ha dictado una sentencia que por primera vez condena con una pena de prisión de dos años y tres meses al autor responsable de un delito contra el medio ambiente por una gestión de residuos ilegal.
Agentes de la Policía Municipal de Madrid, en un patrullaje preventivo en la Cañada Real, vieron un pulpo de los que se usa para la recogida de chatarra, con un brazo muy grande, trabajando en el interior de una parcela. La Unidad de Medio Ambiente (UMA) tiene controlados los gestores de residuos, chatarrerías, vertederos, etcétera, y en ese lugar no podía realizarse ningún tipo de actividad con esas características.
“Cuando accedimos, nos quedamos asombrados. Era desproporcionada la cantidad de residuos peligrosos por su estado o características que habían sido acumulados. Realizaban las quemas por las noches para no levantar sospechas. Había butacas de cine, autobuses, frigoríficos... Quemaban todos los elementos que contenían aislantes para poder llegar al cobre y los metales que les interesaban”, recogieron los agentes.
Tras esta pionera sentencia, queda pendiente de juicio una parte de la investigación. Y es que cuando realizaron la inspección completa y exhaustiva de la instalación, los policías observaron que entre los restos quemados había partes que correspondían a motocicletas y automóviles, comprobando que, si bien habían intentado ocultar los números de bastidor o hacerlos desaparecer cortando los mismos en trozos, algunos de ellos correspondían a vehículos que figuraban denunciados como sustraídos.