- Zestoa reabrió ayer las puertas de su parroquia, 30 meses después de que sufriera graves desperfectos al recibir el impacto de un rayo en una tormenta que se desató el 1 de diciembre de 2017.

La iglesia de la Natividad de María, situada en el centro de la localidad, ha permanecido en obras hasta que ayer se oficializó su apertura durante un oficio religioso presidido por el obispo de Donostia, José Ignacio Munilla.

La parroquia se ha visto sometida a un importante lavado de cara ya que la tormenta provocó daños que afectaron a la estructura de piedra de la torre y a las campanas de la iglesia.

Además, también se registraron destrozos en la cubierta de la parroquia, en parte del coro, en el órgano, que había sido renovado poco antes de que se produjera la tormenta, y en el soportal de la entrada principal al templo.

El cuadro eléctrico también sufrió desperfectos que afectaron a la megafonía y a las proyecciones, y la descarga también quemó la sacristía. Ahora, dos años y medio después, la iglesia vuelve a lucir sus mejores galas.

Las obras de renovación han incluido también la recolocación de las cuatro campanas (dos de alrededor de 900 kilos y otras dos más pequeñas, de 400), una operación que se llevó a cabo el pasado mes de marzo.

La remodelación recibió ayer todas las bendiciones del obispo José Ignacio Munilla, que durante el oficio religioso estuvo acompañado por el párroco Koldo Intxausti. La misa se celebró con un aforo limitado a 120 personas, que tuvieron que acudir con mascarilla y guardando las distancias de seguridad.

Críticas a Munilla. El obispo José Ignacio Munilla comprobó ayer que despierta pocas simpatías entre buena parte de la población guipuzcoana. Un grupo de vecinos de Zestoa se concentró junto a la parroquia de la localidad con una pancarta en la que se podía leer el lema Faxismoaren birusak zure izena du. Munilla ez zaitugu herrian nahi, y el dibujo de un pequeño diablo. Los concentrados permanecieron a las puertas de la iglesia mientras dentro se oficiaba la misa.