donostia - Hoy se conmemora el Día Internacional de la Radiología. Este año como eje temático central se ha elegido la radiología deportiva. La radiología, en general, y la deportiva, en particular, ha conocido un enorme avance en las últimas décadas, adquiriendo utilidades y virtudes difícilmente vaticinables hace poco tiempo. José Luis del Cura es jefe del servicio de Radio Diagnóstico en el Hospital Donostia y habla con pasión de lo que tan bien conoce.

Lejos quedan los tiempos en los que los radiólogos eran aquellos señores o señoras que solo manejaban las máquinas de Rayos X.

-Acabo de leer un artículo que recoge un estudio realizado en EEUU sobre las exploraciones radiológicas realizadas. En el mismo se evidencia que en estos momentos la exploración más realizada no es la radiografía simple, sino la ecografía.

¿Son muchas las técnicas que se integran en la radiología?

-Por supuesto, la radiología es mucho más compleja. Hablamos de técnicas como la resonancia magnética, el escáner, la ecografía o técnicas de intervencionismo. Esta última es una parte muy importante de nuestro quehacer, a la que dedicamos mucha gente.

¿Y en qué consiste?

-Se trata de realizar procedimientos guiados por técnicas de imagen, ya sea por radioscopia como por ecografía o por escáner. El escáner nos permite colocar agujas en determinadas partes del cuerpo guiados por la imagen y obtener así muestras de tejido para hacer biopsias. Además, también podemos hacer tratamientos. Entrando por las arterias mis compañeros son capaces de llegar al cerebro y sacar los trombos que hay en un código ictus. Quienes restablecen el flujo y hacen que el paciente se recupere de un infarto cerebral son radiólogos. También son capaces de entrar por las arterias y meter quimioterapia al hígado o hacer tratamientos de tumores en algunos sitios complejos de acceder por cirugía. Colocando una aguja en la zona y calentándola, podemos crear una zona de quemadura amplia que incluye el tumor y que normalmente va a curar al paciente. De hecho, es el tratamiento habitual en el carcinoma pequeño de hígado.

La evolución en las últimas décadas ha sido brutal.

-Cuento mi experiencia. Yo acabé la residencia en el año 1989. Entonces hacíamos básicamente radiología y hoy muchas cosas que se hacían entonces ya no se hacen. He tenido que aprender varias veces mi especialidad, porque cada cinco o diez años cambiaba completamente. Una anécdota real. Mi padre tuvo un tumor cerebral cuando no había escáner ni resonancia. Le hicieron pruebas muy complejas, como las arteriografías, pero le operaron casi sin saber lo que se iban a encontrar. Dos años después había un escáner que te permitía saber dónde estaba el tumor y conocer lo que tenías que hacer.

Un gran avance en la medicina.

-La radiología ha cambiado la medicina absolutamente. En el año 2000 se hizo una encuesta entre los médicos para preguntar cuál era el descubrimiento más relevante de la medicina en el siglo XX y dijeron que la aparición del escáner. Supuso un cambio enorme, por primera vez éramos capaces de ver el interior del cuerpo humano sin necesidad de abrirlo. Antes del escáner al paciente, si le dolía cualquier cosa, había que abrirle. Ahora a nadie se le ocurre que al llegar a Urgencias porque te duele la tripa te vayan a operar directamente.

¿Hablaríamos de un antes y un después de esos avances?

-Hay una cosa que la gente no sabe: la radiología es la base de la medicina moderna. Se calcula que cerca del 80% de las decisiones clínicas se toman en base a la radiología. Es el fundamento porque todo el mundo espera que cuando un cirujano opera sabe lo que va operar y planificado todo. Y la única forma de planificar es mediante la radiología. El grado de precisión logrado es enorme, podemos ver cosas mínimas, podemos valorar no solo la morfología o la imagen exterior, sino la función.

Acabamos antes señalando qué especialidades no requieren de la radiología.

-Así es: la psiquiatría, la dermatología y se acabó.

¿De este modo, además, se evitan riesgos y cirugías innecesarias?

-Claro. Hay intervenciones que antiguamente eran muy habituales pero que actualmente se hacen con radiología. Por ejemplo, cuando un paciente tienen un acceso (pus en la tripa) no se le abre en el quirófano. Lo hacemos nosotros con un pequeño orificio en la piel por donde metemos un catéter para drenarlo. El paciente se va pocos días después a casa con esa pequeña marca y sin necesidad de haber acudido a la cirugía.

Dedican el Día Internacional de la Radiología a la deportiva. ¿Con la fiebre de la práctica deportiva se puede llegar a un exceso de pruebas?

-Las pruebas se hacen cuando hay una lesión. Tenemos una graduación de pruebas que se realizan atendiendo a una indicación específica. En estos momentos la radiología es uno de los pilares básicos de la medicina deportiva, porque permite un acceso rápido y hacer pruebas dinámicas, ecografías mientras el paciente se mueve. Tiene el inconveniente de que no atraviesa los huesos y hay zonas ocultas. La resonancia magnética nos permite valorar otro tipo de lesiones, sobre todo las que están situadas en zonas más profundas.

¿Pruebas fundamentales para un deportista?

-En estos momentos las pruebas de imagen se han convertido en la base del manejo de cualquier tipo de paciente con síntomas. Hay equipos de fútbol que tienen servicio de radiología, como el Barcelona. Eso se debe a la importancia que le dan a estas pruebas.

Con tanto deportista no darán abasto.

-En un hospital como este la medicina deportiva no tiene tanta importancia, pero en la medicina privada o mutualidades deportivas el uso de la radiología es muy grande. Yo que también trabajo en una clínica privada, te puedo decir que la mitad de mis pacientes son deportistas.

¿Cuáles son las pruebas que más frecuentemente se realiza un deportista?

-La ecografía, con muchísima diferencia. En segundo lugar, la resonancia magnética y también las radiografías, cuando ya se sospecha de una patología ósea. La aparición de la ecografía ha sido muy importante y se ha desarrollado mucho. Las nuevas plataformas tienen una resolución increíble, lo que ha permitido que se utilicen de forma masiva. Si me preguntas hace 20 años hubiera dicho que la ecografía servía para poco y hoy es la reina de las exploraciones deportivas.

¿Son pruebas caras o se han democratizado?

-Resulta barato. Lo más caro es un diagnóstico erróneo. Son pruebas baratas porque son eficaces. Un prueba negativa, sobre todo en el caso de una resonancia, prácticamente excluye la posibilidad de una patología y en deporte es algo muy importante. En equipos profesionales las decisiones sobre la vuelta a la práctica deportiva se basan en la radiología. Es baratísimo, lo caro es tener a estos deportistas de élite parados. Objetivamente son pruebas baratas: las ecografías y resonancias para una aseguradora tienen un coste que ronda los 100 euros.

¿En medicina deportiva también se utiliza la radiología para realizar intervenciones?

-Mucho. Por ejemplo, un tratamiento que se hace con frecuencia es el de las tendinitis calcificante, calcificaciones en el hombro que tratamos con una aguja intramuscular mediante control ecográfico, algo que se hacía antes con cirugía. Muchos equipos deportivos nos mandan gente para tratamientos de roturas musculares. Conseguimos acelerar la vuelta a la actividad deportiva gracias a estos procesos intervencionistas. En algunos aspectos nos hemos convertido en cirujanos.

Se acerca la Behobia, ¿las máquinas estarán a tope las próximas semanas?

-Los eventos deportivos masivos nos dan mucho trabajo pero no después de celebrarse sino antes, porque la gente que se comienza a preparar es habitual que tenga lesiones. Vienen a la consulta con dolores y presionan mucho. La pregunta ¿podré correr la Behobia? es muy recurrente en gente que anda con molestias. Las carreras no son las que más lesiones generan, sino los actos deportivos de alta intensidad, como un partido de fútbol. Pero sí es de esperar que venga mucha gente con alguna lesión.