al igual que en los dos años anteriores, la tercera edición de la iniciativa solidaria Los tatuajes marcan la diferencia celebrada durante la jornada de ayer en Eibar resultó todo un éxito.

Promovido por los responsables del estudio Aratatto de la ciudad armera, Javier Garcia Ara y Rakel Santana, con el objetivo de recaudar fondos para las asociaciones sin ánimo de lucro Afesd y Berritxuak (colaboran en la investigación y terapias de niños con enfermedades raras y sin diagnosticar), el evento volvió a reunir a decenas de personas.

Algunas acudieron a la cita del frontón Astelena a disfrutar del ambiente o para ver trabajar en directo a los profesionales, si bien la mayoría lo hicieron dispuestas a plasmar en su piel alguno de los numerosos dibujos presentados por quince reconocidos tatuadores de diferentes puntos de Euskal Herria (y alguno llegado desde Aragón).

Todos ellos trabajaron desinteresadamente y de manera prácticamente ininterrumpida durante una decena de horas (de 10.00 a 20.00 horas).

Y es que la ocasión lo merecía, toda vez que el objetivo era “hacer el mayor número de tatuajes posible”. No en vano, cada trabajo se cobró a un precio único de 50 euros y todo lo recaudado (el año pasado fueron más de 9.000 euros) se repartió a partes iguales entre las asociaciones sin ánimo de lucro citadas anteriormente.

Lógicamente, las personas responsables de ambas entidades insistieron en agradecer “la impagable labor de los tatuadores y la respuesta de las numerosas personas que han venido a hacerse un tatuaje” en un evento “de gran importancia para poder continuar con nuestra actividad durante el resto del año”.

Esas palabras salieron de la boca de una emocionada Estibaliz Blanco, de Afesd, quien mostró su esperanza en que la iniciativa solidaria Los tatuajes marcan la diferencia “se pueda seguir celebrando muchas ediciones más”. De hecho, para la agrupación que representa la propia Esti, el de ayer es “probablemente, el acto anual que más ayuda económica nos reporta”, aunque, eso sí, “cada euro que conseguimos sumar es muy importante y por eso estamos superagradecidos con cada actividad que se organiza en apoyo de nuestra asociación”, subraya.

los testimonios La pareja formada por Desiré Ots y Xavi Sauri, de Bergara, acudió a la cita del Astelena con la clara intención de regresar a casa con una imagen más en sus ya tatuados cuerpos. Para ambos, era la primera vez que acudían al evento solidario porque “aunque ya lo conocíamos, hasta ahora no habíamos tenido la oportunidad de venir”.

Una vez en el recinto, Desiré decidió rápido el dibujo que se iba a tatuar: “un oso panda encima del codo”. A su compañero Xavi, en cambió, le costó algo más decidirse, aunque finalmente optó por hacerse “un pequeño fantasma en la mano”.

Junto a la pareja bergararra estaban Jessica, hermana de Desiré, y Rousse García, dos eibartarras apasionadas de los tatuajes que acudieron al acto para añadir alguno más a los “varios” que ya lucen en su piel y “para echar una mano a las asociaciones que recibirán el dinero recaudado”.

A media mañana seguían mirando los diseños que había en los stands de los tatuadores aunque poco a poco iban despejando sus dudas. Y es que, según señalaron, “ambas practicamos jagger, que es un deporte mixto mezcla de esgrima y rugby que ahora se juega con una bola pero que en origen era una calavera de perro”. Precisamente, el de la calavera canina fue uno de los dibujos que encontraron entre los diseños expuestos, por lo que “estamos pensando en hacérnoslo”, indicaron.

Mientras los adultos tatuaban su cuerpo, los menores que acudieron al Astelena pudieron disfrutar con cuentacuentos, con un puesto de galletas con forma de calaveras mejicanas o con diferentes talleres para hacer extensiones en el pelo, tattoos con calcamonías o pintar la cara.