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El ganadero de Berastegi se ausentó 15 días de la granja en la que murieron 45 vacas

Se investiga si hubo “abandono” y un “fallo técnico” que causaron la inanición de las reses y que supone una pérdida de más de 90.000 euros

El ganadero de Berastegi se ausentó 15 días de la granja en la que murieron 45 vacas

donostia - La principal hipótesis que maneja la Diputación sobre las 45 reses que aparecieron este jueves muertas en una explotación ganadera de Berastegi es que fallecieron a consecuencia de haber sido abandonadas durante unos quince días a la vez que se producía un fallo en el sistema de alimentación de los animales. Así lo aseguró a este periódico Xabier Arruti, director foral de Agricultura y Desarrollo Rural, que informó de que en función de si el abandono se produjo “por dejadez o por algún tipo de razón de emergencia que le impidió acudir al titular a la granja” se decidirá las medidas a adoptar ante el suceso. “Ahora mismo la familia está destrozada y es mejor dejar que pasen unos días para que los ánimos se serenen”, añadió.

Tras desinfectar el establo y alimentar a las vacas que lograron sobrevivir -en torno a las 50-, la Diputación investiga las causas que provocaron la inanición. Arruti apuntó a que la causa podría ser una combinación de abandono y fallo técnico.

Al parecer, el titular del ganado, un joven de unos 20 años, se habría ausentado aproximadamente unas dos semanas, y no habría detectado el posible fallo en el sistema de alimentación que transporta cada día la comida a los pesebres de las vacas. La avería pudo ocurrir por un problema técnico indeterminado o, simplemente, “porque haya saltado la luz”, explicó el director foral.

Las causas que llevaron al ganadero a ausentarse de la granja es, por ahora, un misterio. “No está claro que haya sido por una disputa familiar, por lo que pedimos no juzgar a los implicados a la ligera”, pidió Arruti en referencia a una versión que atribuiría lo ocurrido a un enfrentamiento entre el ganadero y su padre, que fue el que construyó la explotación. “Están destrozados y es el momento de dejar que pasen unos días tranquilos antes de investigar lo ocurrido”, señaló.

noches frías y falta de alimento Según el director foral, una vaca podría sobrevivir sin alimento más de dos semanas. “Pero hemos pasado unas noches muy frías, lo que unido a la falta de pienso, nos hace creer que las reses habrán estado solas unos quince días”, aseguró.

Los cuerpos de los animales muertos fueron llevados el viernes a un centro de incineración de la localidad vizcaina de Ortuella, mientras que las que sobrevivieron se encuentran en la propia granja de Berastegi, en un establo que había estado vacío durante los últimos días.

El director foral Arruti explicó también que la pérdida económica superará los 90.000 euros, puesto que, además del coste de cada una de las unidades, hay que añadir de los terneros de las preñadas así como el del incumplimiento de los encargos de posibles clientes.

El jueves pasado, varios vecinos del barrio de Amerialde, alertaron al departamento foral del mal olor que desprendía la granja, por lo que se envió a un veterinario, que fue el que descubrió las reses muertas. La Diputación activó el protocolo y procedió a la desinfección del establo y alimentar a las vacas supervivientes.