asturias y Euskadi rindieron ayer un homenaje a las siete víctimas de los equipos de rescate que murieron en el accidente de un helicóptero de la Er-tzaintza ocurrido en los Picos de Europa hace 30 años cuando buscaban al niño Germán Quintana, desaparecido días antes y cuyo cuerpo nunca fue hallado.

El homenaje tuvo lugar junto al monolito Estela que hay en las inmediaciones del lago Enol, donde se recordó a las víctimas que viajaban en el helicóptero siniestrado hace tres décadas.

La consejera de Seguridad del Gobierno Vasco, Estefanía Beltrán Heredia y el consejero asturiano de Presidencia y Participación Ciudadana, Guillermo Martínez, encabezaron las delegaciones de ambas comunidades, junto a amigos y familiares de los fallecidos.

Las autoridades presentes colocaron ramos de flores ante los monolitos que recuerdan a las víctimas del accidente, mientras que los miembros de la Unidad Canina de Rescate del Principado depositaron una corona de laurel en su recuerdo, antes de guardar un minuto de silencio.

En el corazón del parque

En aquel suceso perdieron la vida el responsable de Protección Civil del Principado Corsino Suárez, los pilotos de la aeronave, Juan Carlos González y José Ramón Renovales, los guías caninos del Grupo de Salvamento de la Ertzaintza Lourdes Verde, Joseba Zabala, Javier Gallastegui y Luis Ángel Díez, y los perros Eni, Hator, Lon y Bizkor.

El acto, que contó con música de gaita asturiana y canciones en euskera, provocó el cierre de la carretera de acceso a los Lagos ya que el acto se llevó a cabo junto al lugar en el que se estrelló la aeronave, en el pico Sohornín, en el corazón del Parque Nacional de los Picos de Europa. - Efe