Herido por inhalar humo en un incendio en un bar de Donostia

donostia - El partido de la Real contra el Celta acababa de llegar al descanso y los trabajadores del bar Auñamendi, en el barrio de El Antiguo, estaban “comiendo algo” en la barra después del servicio de comidas, cuando un pequeño fuego generado por una freidora se declaró en la cocina del establecimiento. Fueron los propios empleados y propietarios los primeros en percatarse, pero no pudieron contener el incendio con el extintor del local y llamaron a los bomberos y avisaron a los vecinos del portal de arriba, el número 7 de la calle Oihenart. 30 viviendas en total. La mayoría de ellos salieron de sus hogares por precaución, entre ellos varios niños, alertados por los vecinos y personal del propio bar, pero finalmente la evacuación no fue necesaria.

La intervención de los bomberos y la Guardia Municipal fue “muy rápida”, según reconoció a este periódico una de las responsables del local, que agradecía a los vecinos y a los trabajadores el comportamiento mostrado durante el incendio, que aunque en un momento pareció controlado en su foco, la freidora, se propagó luego por el interior de la campana extractora.

Según reconocieron varios vecinos que salieron de sus viviendas, la situación estuvo bajo control en todo momento. “No hemos visto llamas ni nada, lo único que hemos notado es el humo y el olor. Nos han ido llamando puerta a puerta y muchos hemos salido”. Sin embargo, fuentes de la Guardia Municipal, la Ertzaintza, que acudió en labor de apoyo, y de los bomberos, aseguraron que no fue necesario ordenar la evacuación del edificio. De hecho, varios de los vecinos retornaron a sus casas y siguieron las labores de los bomberos desde las ventanas. En menos de una hora, mientras la Real seguía jugando y centenares de personas veían el partido en las terrazas de los establecimientos cercanos, la actuación había concluido, dejando, eso sí, importantes daños en la cocina.

Según confirmó el mando de los Bomberos de Donostia durante la operación, “ha sido un fuego de típico de freidora”, sin más consecuencias que un traslado al hospital de un herido por inhalación de humos. Se trata de uno de los dueños del local, Mati, que no presentaba, según indicó una de sus compañeras, afecciones de relevancia.