Sáhara. Las gacelas Mohor, emblemáticos animales saharianos que se extinguieron en la década de los años 60, han regresado por fin a su casa, a las llanuras desérticas del sur del Sáhara Occidental. 25 ejemplares de la elegante gacela acaban de ser liberados y soltados en su hábitat original en el parque de Safia (en la región de Awserd), un lugar apartado y de difícil acceso, muy cerca de la frontera con Mauritania.
Ha sido fruto de una iniciativa promovida por el Alto Comisariado de Aguas y Bosques y de Lucha contra la Desertificación de Marruecos y en la que participan la Asociación Nature-Initiative de Dajla y la fundación española CBD-Habitat, que además colocaron a los animales unos collares GPS para poder localizarlos ante cualquier amenaza. Los alrededores del parque de Safia esconden todavía los restos de la guerra entre Marruecos y el Frente Polisario (1975-1990). Las minas que aún quedan desperdigadas en la zona quedan como testimonio de aquel periodo de la historia.
Si ha sido este lugar el elegido, es por las altas temperaturas, los fuertes vientos y la morfología del paisaje, compuesto por colinas con escasa vegetación y arenosas, elementos que protegen a las gacelas de cazadores o curiosos, dada la enorme desconfianza que el ser humano despierta en ellas. Culminaba así un largo proceso que comenzó con la reproducción en cautividad de esta especie en la estación de Rmila de Marrakech con tres parejas; en 2008, ya eran 16 de estos antílopes, que fueron trasladados a la Estación de Safia, donde se adaptaron a su medio natural y aprendieron a alimentarse de la vegetación autóctona. Pero su suelta no fue una tarea fácil: al ser ejemplares extremadamente sensibles, algunos no pudieron soportar la operación de ponerles un collarín con GPS que ayude a localizarlos una vez en libertad, y dos de ellos murieron por estrés y taquicardia.
"Es un animal muy frágil y sensible al estrés", explicó a Efe Pablo Fernández de Larrinoa, investigador en CBD-Hábitat, que justificó así el sentido de los vallados concéntricos levantados alrededor de las gacelas para hacer lo menos traumáticas posible las operaciones de captura y manejo. Para liberar a los animales, los responsables de la operación agentes forestales, científicos españoles y guías locales saharauis se escondieron en un puesto de observación camuflado con ramajes a 500 metros de distancia.
La Mohor es la especie de gacelas de mayor tamaño que existe: mide entre 90 y 120 centímetros de alto y pesa entre 40 kilos (la hembra) y 75 (el macho). La parte superior de su cuerpo es rojiza y la inferior blanca. Se considera la especie más elegante. Para los árabes, la gacela en general es el símbolo de la belleza: a una mujer se le llama ghazala para decir "guapa", y en la poesía árabe los ojos de la gacela son el arquetipo de la hermosura.