Pequeños artistas muestran su gran talento en Hondarribia

La Diputación Foral de Gipuzkoa lleva más de 20 años realizando estos campamentos dentro del programa Udalekuak. El director general de Juventud, Jokin Melida, asegura que, “por tercer año consecutivo, la iniciativa ha sido todo un éxito”, ya que han acudido un total de 36 jóvenes de entre 14 y 17 años.

Veinticinco guipuzcoanos y once alaveses han estado durante diez días realizando actividades relacionadas con el teatro: han inventado coreografías, han aprendido a hacer percusión corporal, han compuesto letras de canciones que después han interpretado, han grabado un corto en el que ellos mismos han manejado las cámaras, el audio y, por supuesto, la parte actoral. Por su parte, algunos de los seis monitores del campamento cuentan con una amplia formación en el mundo del arte. “En el centro escolar donde trabajo, dirijo un grupo de teatro musical y doy clases de canto”, afirma Janices.

Cada año se organizan campamentos con diferentes temáticas durante los meses de julio y agosto. Según explica Melida, hace tres años empezaron con esta nueva temática porque creían que la creatividad en estas edades tenía que ser desarrollada. “No olvidamos otros aspectos como el compañerismo, la solidaridad, la diversidad y la igualdad de género”, aclara el director general de Juventud.

Entre los 36 jóvenes interesados en dar rienda suelta a su creatividad y vena artística se encuentran dos adolescentes que, en declaraciones a este periódico, reconocen haber disfrutado de su tiempo de ocio de una manera enriquecedora. “Me gusta este campamento por las actividades teatrales que se realizan, en otros, en cambio, te pasas todo el día en el monte”, afirma una tolosarra de 15 años.

Los chicos también están interesados en el teatro. Por ejemplo, en este campamento en el que se realizan actividades para bailar y cantar, hay 20 chicos y 16 chicas. “A mí me gusta más interpretar canciones, las coreografías se me dan peor”, explica un donostiarra de 14 años.

Tras compartir diez días en el albergue hondarribiarra, los jóvenes muestran pocas ganas de despedirse. “Me da pena que se acabe porque me lo he pasado muy bien”, afirman ambos participantes.

El monitor Imanol Janices realiza una reflexión de cómo han ido estos días. “Hay chavales que no han conseguido plaza en otros campamentos que propone la Diputación y vienen aquí sin ningún interés. Sin embargo, entre los participantes hay grandes talentos que están motivados para aprender a interpretar y están constantemente preguntando curiosidades. Para un monitor eso es muy agradable”.