Julen Madina: "El encierro me ha hecho mejor persona"
Ha creado un programa de 'coaching' para el mundo de la empresa
Donostia. Julen Madina (Hernani, 1955), profesor de la Universidad Laboral de Eibar, es uno de los corredores del encierro de Pamplona más conocidos en Euskal Herria, en el Estado e internacionalmente. El 12 de julio de 2004, el toro Triguero, de Jandilla, le empitonó en el callejón de la Plaza y le dio cinco cornadas.Todos, hasta el propio morlaco, le dieron por muerto, pero intervino el capotillo de San Fermín, y en unas semanas estaba como nuevo.
Ayer estuvo en Donostia para presentar una singular experiencia: el primer programa de team building para empresas, o dicho de otro modo, aplicar las virtudes que desarrolla un buen corredor del encierro al mundo de la empresa. Esto, que así de pronto parece un sinsentido, tiene mucha coherencia. Hace tres años se le ocurrió la idea a Julen. "Un corredor tiene que prepararse físicamente, saber controlar sus emociones, el miedo, reaccionar con acierto y solidaridad, improvisar, superar las contingencias, y todo en un estado de máximo estrés. Es un escenario idéntico, si lo piensas, al que se vive en la empresa. Un ejecutivo que tiene entre manos un negocio de varios millones de euros, vive un auténtico encierro del que debe salir victorioso. Si el empresario en cuestión se ha ejercitado en las virtudes antes citadas, podrá superar con mayor garantía cualquier otro imponderable que surja".
Un día de 2012 recibió la llamada de la multinacional francesa Pernod Ricard y le propusieron aplicar su experiencia a su plantilla. El resultado fue un éxito. El programa consta de dos talleres orientados a ofrecer soluciones para fortalecer y potenciar la motivación de los empleados. El primer taller es teórico, contribuye a detectar y mejorar los valores y habilidades del grupo. El segundo consiste en una simulación física del encierro, con tres fases: en la primera se hace un trayecto en solitario en el que hay que superar una serie de obstáculos; en la segunda, el recorrido se complica con obstáculos y toros simulados que te obligan a tomar decisiones urgentes y acertadas; en la tercera, es en grupo, donde cada participante elige su mejor alternativa. Finalmente, se hace la evaluación y la autocrítica.
Madina empezó a correr los encierros en 1971, y este año lo volverá a hacer, hasta que el cuerpo aguante. "No, hasta que la cabeza (que es lo importante) resista". Al preguntarle si no le parece que el encierro es una locura, responde: "Sí, pero una bendita locura. A mí me ha dado mucho más de lo que yo le he entregado. El encierro me ha hecho mejor persona, más solidario, más compañero, me ha hecho consciente del riesgo, me ha permitido superar el miedo". Me extraña que a estas alturas, siga teniendo miedo y se lo digo. "Si no sintiera miedo, sería un inconsciente, incluso un peligro". En Donostia, han acompañado a Julen otros cuatro corredores: Victor Alves, Miguel Lezo, Sebastian Decarnellc y Manuel de Marichalar.
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