La sugerente imagen de un extrañado neandertal mirando a los ojos a un no menos sorprendido "invasor" hombre moderno recién llegado a sus territorios de caza ibéricos parece que no llegó a producirse, en contra de lo que hasta ahora era la hipótesis más aceptada entre los expertos.
Así lo ha puesto de manifiesto un estudio internacional en el que han tomado parte expertos de la UPV-EHU y que ha sido publicado recientemente por la prestigiosa Journal of Human Evolution, considerada la revista de referencia en el ámbito de la Antropología Evolutiva.
El artículo recoge las conclusiones de esta investigación, referidas a la Península Ibérica y que, según explica a uno de sus autores, el profesor titular de la Universidad del País Vasco (UPV-EHU) Álvaro Arrizabalaga, viene a confirmar los resultados obtenidos ya en Alemania, Francia, Italia y Gran Bretaña, donde neandertales y humanos modernos "tampoco se vieron las caras".
Aún quedan por conocer los resultados de las pesquisas practicadas en otras áreas de Europa pero, según Arrizabalaga, es de suponer que irán en la misma dirección y confirmarán que, en contra de lo que los científicos creían hasta ahora, ambas especies no tuvieron contacto en Europa, a pesar de que sí estuvieron presentes a la vez durante algún tiempo en partes distintas del continente.
La tesis admitida hasta el momento situaba la desaparición de los últimos neandertales de la Península Ibérica en torno a hace 30.000 años, mientras que la entrada de los humanos modernos (cromañones) se habría producido 5.000 años antes, lo que dejaba abierto un gran periodo de interacción entre ambas especies.
Este hipotético escenario de encuentros y desencuentros entre neandertales y cromañones ha supuesto un terreno abonado para las especulaciones científicas, literarias y periodísticas. Sin embargo, ahora estos encuentros se han demostrado improbables en Europa, donde los neandertales se habrían ido retrayendo por delante del avance de los humanos modernos.
En el equipo de investigación han trabajado científicos de Reino Unido, Australia, Alemania y Estados Unidos, junto ha miembros de la UPV-EHU, Ikerbasque, la Sociedad de Ciencias Aranzadi y las universidades de Girona y Oviedo.
Los científicos han constatado mediante un depurado sistema de datación por radiocarbono, que en la Península Ibérica la desaparición de los neandertales se habría producido hace unos 43.500 años, mientras que la entrada de los cromañones habría tenido lugar hace unos 42.500.
Esta conclusión ha sido factible, según Arrizabalaga, gracias a las nuevas dataciones por radiocarbono, "mucho más fiables", de herramientas de asta y hueso de las cuevas de Labeko Koba (Gipuzkoa), L'Arbreda (Girona) y La Viña (Asturias). Para ello se han utilizado unos "ultrafiltros" que han servido para eliminar eventuales "contaminaciones" y que han retrasado todas las fechas que hasta ahora se daban por buenas.