Ingresa en prisión por la muerte de Kevin el propietario del caserío de Eibar donde se traficaba

Donostia. El eibarrés Iñaki U., oriundo de Markina y de 51 años de edad, ingresó ayer en la prisión de Martutene imputado por el homicidio de Kevin Antonio Rojas, el joven colombiano de 28 años cuyo cuerpo fue hallado el domingo a 500 metros del caserío Guenetxe, en Arrate. Se trata de la vivienda donde residía el encarcelado y en el que hace hoy una semana la Ertzaintza se incautó de 300 arbustos de marihuana, 50 kilos de maría ya procesada, 200 gramos de speed y diferentes armas.

El juzgado de Instrucción número 1 de Eibar encargado de este caso dejó en libertad a los otros tres guipuzcoanos que habían sido detenidos, con la obligación de personarse ante el tribunal cada semana.

Iñaki U. fue arrestado el lunes junto con otros dos hombres por su presunta relación con la muerte de Kevin, cuyo cuerpo fue hallado el día anterior por un mendizale en una zona boscosa cercana al caserío. El martes se produjo la cuarta detención, la única en la que el arrestado no había sido apresado el viernes en la redada llevada a cabo en Arrate.

Desde entonces, la Ertzaintza casi ha agotado el plazo legal de 72 horas para tener retenidos a los sospechosos del homicidio hasta aclarar qué ocurrió en el lugar. No obstante, desde el primer momento la investigación apuntaba a un ajuste de cuentas relacionado con drogas y, según informó ayer este periódico, los propios acusados en sus declaraciones ante los ertzainas admitieron que se produjo un tiroteo la noche del sábado 21.

Según la versión aportada por Iñaki y sus compañeros, este se encontraba en el baserri con otro amigo cuando Kevin y un segundo hombre aparecieron con armas y encapuchados en las cercanías de la vivienda, con la intención de robar la droga y el dinero. Esta situación de tensión desembocó en un tiroteo entre ambas partes.

Siempre según el relato de los detenidos, fue al día siguiente, en el momento en el que salieron del caserío donde habían permanecido atrincherados toda la noche, cuando se dieron cuenta de que Kevin estaba muerto, tirado debajo de un coche con una herida en la axila producida por una bala del calibre 22. Ni rastro de su compañero.

Ante esta situación, y teniendo en cuenta que la vivienda era una tapadera para procesar droga y venderla, decidieron deshacerse del cadáver, labor para la cual llamaron a otros dos compañeros. Los cuatro metieron el cuerpo en un todoterreno para desplazarlo unos cientos de metros. La operación acabó arrojando el cadáver barranco abajo por un pinar.

Al parecer, la investigación ha concluido que Iñaki U. fue, presuntamente, el responsable de la muerte del joven Kevin Antonio, por lo que la autoridad judicial ha dictaminado su ingreso en prisión hasta la celebración del juicio, mientras que el resto de los compinches han podido eludir la cárcel por el momento.