Síguenos en redes sociales:

Boda de altos vuelos

Una pareja donostiarra ACUDE al banquete EL SÁBADO en helicóptero

Boda de altos vuelosFoto: n.g.

tANTO los novios como el restaurante y la empresa que ofrece el servicio cruzan estos días los dedos para que el pronóstico del tiempo no desbarate la ocurrencia. Nada de coches de época ni sistemas de transporte habituales. Un helicóptero será el que traslade el sábado al restaurante Txertota de Andoain a una pareja de donostiarras que contrae matrimonio en la capital guipuzcoana. Se casan a las 13.00 horas, pero no solo se subirán al altar. Tras la ceremonia tienen previsto desplazarse a Usurbil, donde se encuentra la base de la empresa AK Helicopters. Aquí embarcará la pareja tras la sesión de fotos. Se trata de la primera vez que se ofrece este servicio en Euskal Herria, algo nada infrecuente en otras comunidades, como la catalana.

"No hemos inventado nada", admite Aitzol Apalantza, propietario de la empresa afincada en Gipuzkoa desde hace un mes. Hasta ahora solo habían ofrecido desplazamientos turísticos pero, al parecer, ya cuentan con alguna otra boda para octubre.

TRES AÑOS PILOTANDO

Primer servicio gratuito

Apalantza trabajó durante tres años como piloto en Barcelona, donde quedó prendado de un trabajo que le apasiona tanto como a su hermano Gorka, con quien comparte la titularidad de la empresa. "Compramos nuestro propio helicóptero en Bélgica, y desde hace un mes nos estamos dando a conocer", explican ambos, en relación a un servicio cuyo catálogo de prestaciones va en aumento.

La idea de trasladar en helicóptero a los novios fue de Aitzol, quien se lo propuso a Joseba Jauregi, propietario del restaurante Txertota de Andoain, donde la pareja celebrará su gran día junto a 140 invitados. "La boda es al mediodía. Los clientes tienen encargada la comida, cena y recena. Es decir, se quedarán hasta la madrugada y, por ser la primera vez que se ofrece el servicio, les hemos invitado al vuelo, algo que han acogido con muchísima ilusión. La pareja está encantada", explica el restaurador.

El desplazamiento durará en torno a un cuarto de hora. Partiendo de Usurbil, tendrán ocasión de disfrutar de la impagable panorámica que ofrece el litoral guipuzcoano para dirigirse después al restaurante andoindarra. Solo hace falta que haga buen tiempo, algo que no está precisamente previsto. Más que la lluvia, es la niebla la que puede entorpecer el plan. "Si no hay visibilidad, tenemos muy claro que no salimos", advierte Apalantza, para quien lo primero es la seguridad.