"El euskera sería hoy más débil si hace 30 años se hubiera optado por el todo o nada"
Urkullu ratifica el valor de la Ley del Euskera tras 30 años de su aprobaciónPedro Miguel Etxenike, que presentó el proyecto de ley en 1982, afirma que es "una obra colectiva, flexible y abierta"
BILBAO. El 24 de noviembre se cumplirán 30 años de la aprobación por parte del Parlamento Vasco de la Ley del Euskera, una herramienta que dio amparo a nuestra lengua, precepto activo y flexible que aún no ha explorado todas sus posibilidades. El Partido Nacionalista Vasco quiso ayer ratificar el valor de esta Ley que promovió en 1982 en un multitudinario acto en el que, además de Iñigo Urkullu, candidato a lehendakari por el PNV, participó también Pedro Miguel Etxenike, que fue quien presentó el proyecto de ley ante el Parlamento, allá por el año 1982. Al hotel Carlton de Bilbao acudieron también los lehendakaris Ardanza e Ibarretxe, que respaldaron los dos discursos de la tarde.
En primer lugar intervino Pedro Miguel Etxenike, quien fuera consejero del Departamento de Educación y Cultura de aquel incipiente Gobierno Vasco de primeros de los 80. El físico nacido en Isaba se mostró algo "sorprendido" por verse como orador, pero a la vez "honrado" por encontrarse rodeado de amigos, muchos de los cuales le respaldaron en el momento de presentar la Ley. "La Ley tuvo un apoyo total", dijo al comienzo de su discurso el profesor y científico navarro, "y no eso no era fácil entonces, porque vivíamos momentos difíciles. Se estudiaron muchas propuestas, algunas más ardientes que brillantes, pero nosotros queríamos una Política Lingüística integrada, y esta Ley es prueba de ello, es la prueba de la concordia". "Éramos conscientes de la diversidad de opiniones con las que teníamos que trabajar -aclaraba- y estábamos obligados a moderar nuestras pretensiones. Una cosa es el partido y otra la totalidad de la sociedad, pero está claro que la unificación del euskera y esta ley en concreto es atribuible al Gobierno Vasco de aquella época y al partido que lo sustentaba".
Etxenike pronunció su discurso en castellano y en euskera, citando en varias ocasiones a Mitxelena y al bertsolari Xalbador. Sobre las bondades de la Ley del Euskera expresó que "es una obra colectiva, flexible y abierta; no es una ley impositiva y mantiene la firmeza en los principios y la flexibilidad en su aplicación; y tampoco ha producido injusticias, aunque sí dificultades". "No hay posibilidad de lograr una sociedad bilingüe sin problemas", añadía.
El exconsejero del primero Gobierno Vasco concluyó diciendo que "el gran desafío del euskera en el siglo XXI será el de incentivar su uso: "El futuro del euskera no está en unos pocos científicos que hagan tesis en euskera, sino en las nuevas generaciones de vascos y vascas, los que están en las escuelas".
convivencia Tras la alocución de Etxenike llegó el turno del candidato del PNV a Lehendakaritza, Iñigo Urkullu. El discurso en euskera del presidente del Euskadi Buru Batzar incidió en la valía de una ley "que ha hecho mucho por la convivencia de este pueblo". "Tan solo con recordar esta ley me vienen a la mente muchos principios y valores, valores fundamentales para el avance de nuestro pueblo: igualdad, bilingüismo, derechos lingüísticos de los ciudadanos, libertad, cohesión social o acuerdo, por ejemplo. Todo ello es sinónimo de la Ley del Euskera", comentaba.
Urkullu agradeció su esfuerzo a todos aquellos que hicieron posible un acuerdo "que construyó un pilar básico para la convivencia y abrió un camino eficaz para conseguirla". "Es fundamental encontrar el equilibrio -recalcó Urkullu- y estoy convencido de que esta ley lo encontró, un equilibrio activo, proactivo e integrador". Reafirmando las palabras de Pedro Miguel Etxenike, Urkullu quiso dejar claro ayer que "el euskera sería hoy mucho más débil si hace 30 años se hubiera optado por el todo o nada", es decir, "si se hubiera deslegitimado el autogobierno y esperado la independencia".
Por eso la Ley del Euskera "es mucho más que una simple ley", apuntó, "es un acuerdo político y social para la construcción de nuestro pueblo y refleja un modelo de convivencia", y lo resumió en dos frases: "Nadie está por encima de nadie y todo lo rige la igualdad de oportunidades".
Urkullu reconoció los avances que ha vivido el euskera en estos 30 años "en los servicios públicos, en la administración, en la educación, en la universidad o en los medios de comunicación", pero insistió en que "la voluntad no resulta suficiente", y en que "se necesita una política lingüística activa para promover el uso de nuestra lengua". Ahí señaló al actual Gobierno de Lakua al hablar "de lo ocurrido en torno al derecho lingüístico de los consumidores". "Lo que han hecho -dijo- es el ejemplo de lo que no se debe hacer, porque algo así no se puede llevar a cabo sin consenso. Predicar el consenso sin practicarlo no es el camino".
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