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La Diputación rechaza colocar peajes en Andoain y Etxegarate

no descarta aplicar en la N-I otro sistema de pago La diputada de Movilidad afirma que también se contempla el cobro en la A-15 y la GI-632

La Diputación rechaza colocar peajes en Andoain y EtxegarateI. Azurmendi

Donostia. El Departamento foral de Movilidad e Infraestructuras Viarias reiteró ayer que no contempla la ubicación de peajes en la N-I, por lo que descarta instalar cabinas de peaje en Etxegarate o Andoain. No obstante, la diputada de este departamento, Larraitz Ugarte, resaltó la intención de implantar un sistema de pago en este vial, al igual que en las carreteras transeuropeas que atraviesan el territorio, es decir, la A-15 y la GI-632, además de en la propia N-I. Ugarte conjeturó que el inicio del pago por circular en estas tres vías podría establecerse antes de 2015 y, según su punto de vista, todas las formaciones políticas respaldan el cobro.

En este sentido, el texto que sirve de base para estudiar en la ponencia de las Juntas Generales el mantenimiento y el desarrollo de las infraestructuras viarias refleja la posibilidad de aplicar la Viñeta o el ViaT. Estas directrices indican que el abono por usar estas carreteras debe establecerse para todos los usuarios.

Ugarte aseguró que los detalles sobre las decisiones que se tomarán sobre el sistema viario guipuzcoano se conocerán hasta finales de este mes o principios de julio, una vez finalizada la ponencia de las Juntas Generales y logrado un consenso suficiente entre los partidos políticos. Sin embargo, esta posibilidad se ha complicado, toda vez que el PNV, PP y PSE-EE rechazaron ayer por la tarde el texto redactado por Bildu y pidieron que presentase una nueva propuesta.

El Director foral de Infraestructuras Viarias, Joseba Altube, insistió en que la implantación de un punto de cobro en Andoain y Etxegarate es "una solución que jamás se ha planteado" desde la Diputación, porque, además, resulta "físicamente imposible ubicar playas de peaje" a su paso por la localidad andoaindarra.

parches Altube agregó que, además, este cobro resultaría discriminatorio, puesto que los conductores que se dirigiesen hacia Donostia o proviniesen de esa parte pagarían, mientras que aquellos residentes en localidades situadas entre Andoain y Etxegarate y que tomasen la dirección Araba o la A-15 no abonarían cantidad alguna.

La diputada de Movilidad criticó al anterior equipo de gobierno foral porque, en el ámbito de las carreteras, puso en práctica "soluciones que eran parches desde el punto de vista recaudatorio y de justicia" social, dado que algunos guipuzcoanos se ven abocados a pagar peajes. "Hay que recaudar más y de forma más equilibrada. Con el actual sistema mixto entre peajes e impuestos no pagamos ni los arreglos ni las deudas. No podemos construir nada. Hay que potenciar que el que usa paga, en función de la contaminación y el desgaste", manifestó Ugarte.

La responsable de Infraestructuras Viarias subrayó que el actual sistema de carreteras "tiene dos defectos: por un lado, no llega para las necesidades de mantenimiento y no es justo porque "se pagan unas carreteras y otras no". "Esto es fruto de una inercia. Se paga la AP-1 y la A-15 no. Las carreteras hoy libres no pueden ser gratuitas", ejemplificó Ugarte.

Puntualizó que el criterio del gobierno foral es que "Euskal Herria esté vertebrada por un sistema de carreteras", con lo que el sistema de pago que se establezca "no puede perjudicar a los navarros y a los de Iparralde".

salvajes La portavoz foral censuró a los anteriores equipos de gobierno al frente de la Diputación, cuyas actuaciones en materia viaria "han sido salvajes". "Somos muy críticos. No se han planificado bien y se ha gastado mucho dinero en obras. El coste no se ha gestionado adecuadamente", observó la diputada de Movilidad.

Ugarte sostuvo que "las carreteras guipuzcoanas se encuentran en mal estado", algunas de las cuales están declaradas en "ruina técnica", por lo que es necesario habilitar nuevas fuentes de ingresos para hacer frente a ello. "Necesitamos 135 millones al año para mantener las carreteras, y no nos llega. Y en cuanto a seguridad, es necesario hacer obras importantes. La N-I y la G-20 están en muy mal estado y se necesitan 90 millones de euros para renovarlas", desgranó la portavoz.

Respecto a la conservación del sistema viario, Ugarte enfatizó que "ha habido un déficit histórico debido a que en los últimos 20 años se ha invertido muy poco". La diputada de carreteras evaluó esta carencia en inversiones en torno a los 140 millones de euros. A estas cantidades se une que "la deuda de Bidegi es de 900 millones, con un crédito a 20 años", lo que condiciona el futuro.