La fiesta de las eskola txikiak reúne a más de 3.000 personas en Abaltzisketa
EL municipio de tolosaldea, lleno "hasta los topes", disfrutó de un gran ambienteLos organizadores destacaron la "sintonía" que muestran los ciudadanos con las 'pequeñas escuelas'
Donostia. Más de 3.000 personas se acercaron ayer hasta Abaltzisketa para celebrar la fiesta de las eskola txikiak superando todas las previsiones realizadas por los organizadores. El buen tiempo, que acompañó durante toda la jornada, hizo que buena parte de los vecinos de los municipios colindantes se reuniesen para disfrutar del gran ambiente.
La escuela Txalburu de Abaltzisketa fue la encargada de recoger el testigo cedido por el municipio de Altzo y organizar la presente edición de esta cita, que se celebra anualmente desde que surgiese la idea en el año 1988 en la localidad de Bidegoian.
Las 27 eskola txikiak (escuelas rurales de los barrios y pueblos menos poblados del territorio que no suelen tener más de seis alumnos por aula) en las que estudian cerca de un millar de niños guipuzcoanos se vieron representadas por profesores, alumnos y padres en Abaltzisketa.
Joxe Ramón Mujika, responsable del evento, indicó que el objetivo de la fiesta es "apoyar a estas escuelas y manifestar que estamos muy a gusto con su filosofía y método de enseñanza". En la misma línea, Mujika afirmó creer que "se trata de lo mejor para los niños" y que su aspiración es "mantener las escuelas pequeñas como hasta ahora".
JORNADA INTENSA La fiesta comenzó a las 10.30 horas con un acto de inauguración protagonizado por los 37 alumnos de Txalburu y al que también se sumaron representantes de las 27 eskola txikiak de Gipuzkoa.
Tras dar el pistoletazo de salida a la jornada, los más pequeños participaron en distintos juegos infantiles y trabajaron en talleres como el de elaboración de collares a base de macarrones. Los mayores, por su parte, también tuvieron la oportunidad de disfrutar de los juegos populares celebrados en la zona del frontón.
A las 13.30 horas el coordinador de padres y madres de las eskola txikiak, Mikel Olano, entregó el testigo a los representantes del centro de Larraul, encargado de organizar el próximo evento.
Llegó el momento de recargar las pilas y los asistentes se dirigieron al frontón donde tuvo lugar una comida popular que no defraudó a nadie. Tras la comida, Pirritx eta Porrotx y un espectáculo de malabarismos fueron los encargados de cerrar la fiesta, aunque el ambiente no decayó en el pueblo durante toda la tarde.
Los organizadores de la fiesta, quedaron un año más impresionados por la respuesta recibida por los asistentes y destacaron la "sintonía" que muestra la gente con las eskola txikiak. "El ambiente ha sido aún mejor de lo esperado. El pueblo se ha llenado hasta los topes pero sin problemas de aglomeraciones y es reseñable cómo el pueblo se ha volcado con la fiesta", afirmó Mujika.