"La función educativa y social de los Centros de Iniciación Profesional es extraordinariamente positiva". Un reciente estudio de la Universidad del País Vasco (UPV), al que ha tenido acceso este periódico, reconoce de esa forma la labor que realiza dicha red de enseñanza. Un reconocimiento del que, desafortunadamente, pocos ciudadanos tienen noticia, por el desconocimiento que envuelve a estas escuelas -reguladas desde 2008 bajo el nombre de Programas de Cualificación Profesional Inicial (PCPI)- que atienden y forman en un oficio a menores que han abandonado sus estudios sin el graduado escolar.
El informe, elaborado por el Departamento de Didáctica y Organización Educativa de la Facultad de Pedagogía de la UPV en Donostia, pone de relieve "el desprestigio social" que rodea a estos centros y la "escasa consideración real" que reciben desde la Administración. Aunque califica como "medida positiva" la nueva normativa que regula este ámbito desde julio de 2008, alerta de las "incertidumbres" que conlleva. Por todo ello, aconseja al Departamento de Educación que realice propuestas para sacar del "ostracismo" a la Iniciación Profesional.
Cuando han pasado más de 20 años desde que se regularan de forma oficial, en la Comunidad Autónoma Vasca (CAV) existen en la actualidad 75 centros que imparten PCPI. A ellos acuden a un total de 4.000 alumnos que, en su mayoría, padecen episodios de fracaso e historias personales y familiares llenas de dificultades. En Gipuzkoa, 24 escuelas atienden las necesidades educativas de un millar de estudiantes.
inmigrantes Los propios docentes de esta red educativa reconocen que son el "vagón de cola" del sistema de enseñanza, pero lo cierto es que se encargan de ofrecer un oficio a un colectivo de jóvenes que se han desenganchado del tren de los estudios. Una función social que, en los últimos años, han ampliado a un grupo cada vez más numeroso: los menores extranjeros no acompañados.
Tras haber realizado una encuesta entre más de 160 alumnos y 64 docentes de Iniciación Profesional, el estudio de la UPV, coordinado por Pello Aramendi, concluye que los PCPI ofrecen una formación "de calidad, empática, respetuosa y exigente", en un contexto en el que el alumno es "una persona a la que acompañar en su búsqueda de presente y futuro". Además, subraya "el alto grado de satisfacción" de los profesores a la hora de valorar el resultado de su trabajo: "Consiguen que muchos de los chicos y chicas alcancen, no sólo competencias profesionales que favorezcan su inserción social y laboral, sino, además, las competencias personales y relacionales que favorecen su construcción personal y social".
Sin embargo, el informe constata que la Administración "no conoce la realidad" de los centros, quienes sienten "un gran malestar" con las escuelas de Secundaria, los Berri-tzegunes y los ayuntamientos. "Los profesionales afirman tener más contacto con la Ertzaintza y los jueces que con estas instituciones", recoge el documento. Además, se detecta la "percepción" de que se pueden "mejorar bastante" los recursos humanos y las "precarias" condiciones laborales.
Ante el decreto promulgado en 2008 por el anterior Departamento de Educación, que incluye la Iniciación Profesional en el seno de la enseñanza reglada y la adapta a la Ley Orgánica de Educación (LOE), se indica que "ha sembrado dudas" y que ha "trastocado el funcionamiento" de los centros. La normativa, que ha entrado en vigor en su totalidad durante este curso, entre otros aspectos, ha limitado de 21 a 18 años la edad de los alumnos de los PCPI.
propuestas En esta coyuntura, los investigadores de la UPV pronostican que el futuro "se aventura incierto", cuando en la actualidad la Iniciación Profesional funciona "adecuadamente" en opinión de profesores y alumnos. "El modelo actual basado en la apertura, la colaboración comunitaria y la perspectiva dialógica corre el riesgo de transformarse en un modelo escolar y academicista puro y duro, lo que puede aumentar las tasas de fracaso entre los jóvenes", reflexionan, ante el corsé que puede suponer la nueva regulación.
Entre las "propuestas de mejora" que pone sobre la mesa el estudio, destaca el consejo de "dar a conocer" la labor de los PCPI en su entorno y de "reforzar el intercambio" entre los centros. Sin olvidar la "revisión" que necesitan las condiciones contractuales y laborales de los educadores.
Además, en el informe se define como "urgente" mantener relaciones "de coordinación" con las escuelas que impartan Secundaria, los servicios de Educación y los Berritzegunes. "No existen vínculos ni estrategias entre estas instituciones para apoyar el trabajo de la Iniciación Profesional", constata.