En la quinta sesión del juicio que se sigue en la Audiencia Provincialde Navarra contra José Diego Yllanes por la muerte de Nagore Laffagedurante los Sanfermines del año pasado, los forenses han señalado queel cadáver presentaba lesiones que indican que se ejerció una agresióndurante un tiempo "relativamente prolongado".

Entre ellas, existía una serie de hematomas en la zona del cuello querevelan que se ejerció una fuerte presión con las manos y otraslesiones que indican que se produjo una congestión venosa, que es unode los signos de la asfixia.

Los forenses, que han dictaminado que el fallecimiento se produjo entrelas 7,00 y las 11,00 horas, han destacado que, además, en el cuello dela joven se encontró material genético distinto al de la víctima, enconcreto de un varón.

Al comienzo de la exposición de los forenses, el juez, al ver laalteración que mostraba el acusado, ha preguntado a la defensa si eljoven deseaba salir de la sala para vomitar, a lo que éste se hanegado, tras lo que Yllanes ha seguido las explicaciones de losespecialistas, acompañadas de fotos y diagramas de la autopsia, con lacabeza baja, mirando al suelo.

También hubo que hacer dos recesos en la sesión para que se recuperara un miembro del jurado que sufrió leves desvanecimientos.

Las lesiones, han contado los forenses, consistían entre otras enhematomas en los ojos, en los labios y la nariz producidos por unelemento contundente, que podrían ser unos puños; hematomas redondeadosen las extremidades típicos de una acción de sujetar a la víctima;cortes en la palma de la mano y amputación del segundo dedo de la manoderecha; y un fuerte golpe en la cabeza.

Además, en el cadáver de la joven no se detectó la presencia de semenni indicios de agresión sexual y en los análisis se dictaminó que latasa de alcohol era de 1,2 gramos por litro de sangre.

ACCIÓN "HOMICIDA"

En definitiva, han indicado los forenses, se ejerció sobre la joven unaacción "homicida", como ocurre, han subrayado, siempre que se produceuna estrangulación manual.

Posteriormente, dos psiquiatras forenses que examinaron al acusado hanseñalado que éste presentaba arañazos en los nudillos compatibles conla acción de dar un puñetazo y lesiones muy leves en los hombros, losbrazos, una pierna y zona lumbar.

Las psiquiatras, que solo pudieron entrevistarse con el acusado en unaocasión, al negarse Yllanes a colaborar con las especialistas, hanindicado que el joven tiene "unos rasgos claramente compulsivos" y es"obsesivo por el orden, poco expresivo y bastante rígido en cuanto alos patrones de comportamiento".

Las especialistas han declarado que el acusado no tiene afectada sucapacidad de percepción, pensamiento o memoria y se encuentra"ansioso", aunque no han considerado que sufra un trastorno depersonalidad.

En esa entrevista, han relatado, el acusado les dijo que recordaba losucedido "de forma inconexa", aunque afirmó que el día de los hechosera consciente de haber matado a Nagore Laffage.

Asimismo, por la forma en que Yllanes caminaba en las imágenes de vídeograbadas por cámaras de tráfico y de seguridad el día de los hechos,las especialistas han concluido que el acusado no se encontraba en unestado de "intoxicación plena" por el alcohol o en estado delirante.

Como conclusión, las psiquiatras han estimado que el acusado actuóprobablemente "por un estímulo muy fuerte, una pasión" o "un arrebato"que no pudo dominar.

TESTIGOS DE LA DEFENSA

En la sesión de hoy también han declarado varios testigos de ladefensa, entre ellos una ex novia de Yllanes que mantuvo de 1998 a 2001una relación con el acusado, de quien ha dicho que es "una personatranquila, en la que se puede confiar" y que "siempre trata de ayudar alos demás".

La joven ha declarado que, en esos tres años, nunca le vio a Yllanesuna actitud agresiva, ya que siempre era "muy cuidadoso y comedido", yha indicado que, en las ocasiones en las que ella se negaba a tenerrelaciones sexuales, él "en principio insistía", pero, "si mi no erarotundo", él "no se enfadaba".

La testigo, aunque no lo presenció, ha recordado un episodio de comaetílico de Yllanes y ha aludido a otro incidente en el que su noviohabría tomado anfetaminas y fue recogido por una ambulancia cuandoestaba "tirado en la calle", aunque ha subrayado que nunca le vioconsumir drogas.

La ex novia de Yllanes ha manifestado que terminó la relación con elacusado porque vio que "había chicas en su clase que mostraban interés"y él "se dejaba querer" y "no le hacía ascos" a esa situación, si bienha aseverado que no tuvo conocimiento de que su novio le fuera infiel.

Por su parte, una compañera de trabajo de Yllanes ha calificado alacusado como una persona "muy responsable y trabajadora" y como unjoven "honesto, leal y buen amigo" que, cuando ha salido con él decopas, "jamás se ha pasado de la raya nunca".

Otra compañera de trabajo, médico residente de psiquiatría, también haafirmado que Yllanes era "una buena persona", a la que, ha dicho, no lecambiaba el carácter cuando bebía y nunca mostró un comportamientoinadecuado con las mujeres ni, en general, actitudes violentas.

La testigo, en contestación a una pregunta del jurado, ha asegurado quesería "muy difícil" que el acusado, también psiquiatra, simulara tenerun trastorno mental.

Una profesora de biología de Yllanes en el curso 1996-97 ha afirmadoque el acusado era "un alumno muy disciplinado, algo tímido, sereno,algo reservado", así como "inteligente, trabajador" y "pacífico".