Los peligros del tatuaje: el tiempo que debes esperar hasta exponerlo al sol
Exponer un tatuaje recién hecho a la radiación solar es uno de los errores más comunes y dañinos que pueden cometerse
Hacerse un tatuajees una forma de expresión personal que conlleva también una gran responsabilidad: cuidarlo correctamente para asegurar una buena cicatrización y mantener su color y definición con el paso del tiempo.
Entre todas las precauciones que se deben tomar tras tatuarse, una de las más importantes —y a menudo ignorada— es evitar la exposición solar directa durante las primeras semanas.
Cuando te haces un tatuaje, tu piel sufre una serie de microlesiones causadas por la aguja que inyecta tinta en la dermis. Esta herida necesita tiempo para cerrar y regenerarse. Durante este proceso, la piel es especialmente sensible a factores externos como el roce, el sudor… y la radiación ultravioleta (UV) del sol.
La exposición solar en esta etapa puede provocar varios efectos negativos:
- Decoloración de la tinta, especialmente en tonos vivos como rojo, azul o amarillo.
- Inflamación o quemaduras, ya que la piel está más vulnerable.
- Formación de costras o cicatrices permanentes si se altera el proceso natural de cicatrización.
¿Cuánto tiempo hay que esperar antes de tomar el sol?
Los dermatólogos y tatuadores coinciden en recomendar evitar completamente el sol directo durante al menos 3 o 4 semanas después de hacerse un tatuaje. Este plazo puede extenderse hasta 6 u 8 semanas, dependiendo de la extensión del tatuaje, la zona del cuerpo y el tipo de piel.
Como regla general, durante el primer mes, el tatuaje debe mantenerse cubierto si vas a estar al aire libre. Puedes usar ropa ligera pero opaca para protegerlo. Asimismo, después de la curación completa, se puede comenzar a exponer al sol de manera gradual, siempre con protección solar de factor 50+, aplicada generosamente y con frecuencia.
Otros cuidados esenciales del tatuaje reciente
Además de evitar el sol, es fundamental seguir una rutina de cuidado adecuada durante el proceso de cicatrización:
- Lavar suavemente el tatuaje con agua tibia y jabón neutro 2 o 3 veces al día.
- Secar con toques suaves, sin frotar, usando una toalla limpia.
- Aplicar crema cicatrizante o específica para tatuajes recomendada por el tatuador.
- Evitar el rascado, aunque pique: las costras deben caer por sí solas.
- No sumergir el tatuaje en piscinas, jacuzzis o el mar durante al menos 2-3 semanas.
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Paciencia y cuidado
Exponer un tatuaje recién hecho al sol es uno de los errores más comunes y dañinos que pueden cometerse. La paciencia y el cuidado durante las primeras semanas son clave para asegurar un resultado duradero, vibrante y saludable. Si sigues estos pasos y te proteges correctamente, tu tatuaje se mantendrá intacto durante muchos años. Recuerda: un tatuaje bien cuidado no solo se ve mejor, también habla de tu respeto por el arte y tu salud.