El pan es un alimento muy consumido la dieta de los guipuzcoanos, y acompañarlo con la comida es habitual en el día a día, ya sea para desayunar, comer, merendar o cenar. Sin embargo, no siempre se consume toda la barra, lo que lleva a preguntarse si congelarlo es una buena opción para poder comerlo más adelante.

El simple hecho de congelar el pan es seguro, aunque, es importante hacerlo de forma adecuada para evitar que su textura y sabor sufran alteraciones.

Desde un punto de vista nutricional, congelar este alimento apenas afecta a su contenido nutricional -el cual no es muy elevado-. Por lo tanto, un pan descongelado conservará la mayor parte de sus nutrientes. No obstante, su textura y sabor sí pueden verse alterados, dependiendo de cómo haya sido congelado y descongelado.

Al congelarse, la humedad del pan se redistribuye y, si el proceso no se realiza correctamente, puede generar una textura seca o gomosa al descongelarlo.

Los mejores panes para congelar

No todos los panes son iguales ni responden igual a la congelación. Los menos tostados son los que mejor soportan el proceso, ya que mantienen mejor el equilibrio de humedad entre la corteza y la miga. Además, los panes grandes y aquellos elaborados con harinas integrales o de centeno suelen conservar mejor su frescura tras la congelación.

Optar por adquirir el pan en una panadería de confianza es la mejor opción si luego lo queremos congelar.

Cómo congelar pan de forma correcta

Congelar pan es muy sencillo y solo requiere seguir tres pasos clave. Sin embargo, la mayoría de los consumidores no lo hacen correctamente, lo que puede afectar a su textura e incluso sabor.

  1. Escoger un pan fresco y a temperatura ambiente: Es fundamental que el pan esté fresco antes de congelarlo. Si el pan ya está endurecido o si se congela cuando aún está caliente, la textura se verá comprometida después de descongelarlo.
  2. Cortarlo en porciones: Para facilitar la descongelación posterior, lo ideal es dividir el pan en rebanadas o porciones individuales. Esto permite sacar solo la cantidad necesaria en cada ocasión, sin tener que descongelar todo el pan de una vez.
  3. Empaquetarlo herméticamente: La humedad del congelador puede afectar la textura del pan si no está bien protegido. Para evitarlo, lo mejor es envolverlo en una bolsa hermética o en un tupper, asegurándose de que no queden partes expuestas al aire.

Si se aplican estos consejos, el pan puede conservarse en el congelador hasta seis meses sin perder demasiada calidad.

Pan integral con semillas Freepik

¿Cómo descongelar el pan correctamente?

El proceso de descongelación también es importante para mantener la frescura del pan, ya que si no se hace bien, puede quedar seco o gomoso.

La mejor forma de hacerlo es dejarlo a temperatura ambiente durante un rato, y no calentarlo directamente en el microondas, ya que así el pan quedaría seco.

Otra alternativa es utilizar el horno o una tostadora. Para conseguir que el pan quede crujiente, se puede colocar en un horno precalentado a baja temperatura durante unos minutos o meterlo directamente en la tostadora.

En definitiva, congelar el pan es una buena forma de conservarlo más tiempo y así no desperdiciar alimentos.

Aunque su textura y sabor pueden verse ligeramente afectados, seguir los pasos adecuados para congelarlo y descongelarlo permite minimizar estos cambios. Elegir un pan fresco, dividirlo en porciones y guardarlo en el congelador herméticamente es clave para un buen resultado.