Las Navidades son una época de celebraciones, reuniones familiares y comidas abundantes que, si no gestionamos bien, pueden pasar factura a nuestra digestión.

Las largas sobremesas, los menús ricos en grasas y azúcares, y la tendencia a comer más de lo habitual pueden llevarnos a sufrir digestiones pesadas, hinchazón y malestar general. Sin embargo, es posible disfrutar de las festividades sin renunciar al placer de comer, si prestamos atención a ciertos hábitos saludables.

Existen estrategias que pueden marcar la diferencia. A continuación, te explicamos cómo aplicarlas.

Beber agua antes de comer: prepara tu sistema digestivo

Uno de los hábitos más sencillos y efectivos para evitar las digestiones pesadas es beber un vaso de agua unos 15-20 minutos antes de comenzar a comer. Este sencillo gesto tiene varios beneficios:

  • Hidrata el sistema digestivo: El agua ayuda a preparar el estómago y los intestinos para recibir los alimentos, favoreciendo la producción de jugos gástricos necesarios para una correcta digestión.
  • Controla el apetito: Beber agua antes de comer puede ayudarnos a sentirnos más saciados, lo que contribuye a evitar los excesos y a moderar las porciones durante las comidas copiosas.
  • Estimula el tránsito intestinal: Una buena hidratación es esencial para mantener el funcionamiento adecuado del sistema digestivo, especialmente en días en los que solemos consumir alimentos más pesados de lo habitual.

Sin embargo, es importante evitar beber grandes cantidades de agua durante la comida, ya que esto podría diluir los jugos gástricos y ralentizar la digestión.

Manos sostienen un vaso de agua Pexels

Realizar respiraciones conscientes: el poder de la calma

El estrés y las prisas son enemigos de una buena digestión. Durante las Navidades, es fácil caer en la trampa de la ansiedad, ya sea por los preparativos o por el ambiente festivo. Dedicar unos minutos a realizar respiraciones conscientes antes de comer puede ayudarnos a entrar en un estado de calma que favorezca la digestión.

  • Cómo hacerlo: Siéntate cómodamente, cierra los ojos y respira profundamente por la nariz. Inhala contando hasta cuatro, mantén el aire durante otros cuatro segundos y exhala lentamente mientras cuentas hasta seis. Repite este ciclo de respiración durante uno o dos minutos.
  • Beneficios: Este ejercicio activa el sistema nervioso parasimpático, también conocido como "modo de descanso y digestión". Esto reduce el estrés, disminuye la frecuencia cardíaca y mejora la función digestiva.

Además de reducir el estrés, las respiraciones conscientes también nos ayudan a entrar en un estado de mayor conexión con nuestro cuerpo, lo que favorece una alimentación más consciente.

Comer con consciencia: menos es más

La atención plena o mindful eating es una práctica que consiste en estar plenamente presente mientras comemos. En lugar de engullir los alimentos rápidamente o distraernos con conversaciones y dispositivos electrónicos, esta técnica nos invita a disfrutar de cada bocado y a escuchar las señales de nuestro cuerpo.

  • Come despacio: Mastica los alimentos varias veces antes de tragarlos. La digestión comienza en la boca, y una masticación adecuada facilita el trabajo del estómago y los intestinos.
  • Observa tu hambre: Antes de empezar a comer, evalúa cuánta hambre tienes realmente. Esto te ayudará a evitar comer en exceso por inercia o por presión social.
  • Saborea los alimentos: Fíjate en los sabores, texturas y aromas de cada bocado. Esto no solo enriquece la experiencia gastronómica, sino que también nos ayuda a sentirnos más satisfechos con menos cantidad de comida.

Practicar la atención plena durante las comidas navideñas no significa renunciar a disfrutar de la compañía o de los deliciosos platos típicos de estas fechas. Por el contrario, nos permite saborear mejor los momentos y mantener un equilibrio entre el disfrute y la moderación.

Otros consejos prácticos para evitar las digestiones pesadas

Además de los hábitos mencionados, puedes implementar otras estrategias útiles durante las celebraciones navideñas:

  • Evita las comidas muy copiosas: Si tienes varias comidas en un mismo día, opta por porciones más pequeñas en cada una de ellas.
  • Prioriza los alimentos frescos: Incorpora ensaladas, verduras y frutas a tus menús para facilitar la digestión y contrarrestar los excesos de grasas y azúcares.
  • No te tumbes justo después de comer: Espera al menos dos horas antes de acostarte para evitar el reflujo gástrico.
  • Camina después de las comidas: Un paseo suave después de comer puede estimular el tránsito intestinal y reducir la sensación de hinchazón.

Las digestiones pesadas no tienen por qué ser el precio a pagar por disfrutar de las comidas navideñas.

Incorporar hábitos sencillos como beber agua antes de comer, realizar respiraciones conscientes y practicar la atención plena puede ayudarnos a prevenir el malestar digestivo y a disfrutar de las celebraciones de manera más saludable.

Recuerda que la clave está en encontrar un equilibrio entre el placer de la comida y el cuidado de nuestro cuerpo.