Se acerca San Valentín, cita que convierte al 14 de febrero en la fecha más romántica del año, aunque haya sido también mercantilizada y se haya convertido en otra ocasión más para gastar. Una festividad (aunque el día sea laborable) que conmemora las buenas obras que realizó San Valentín de Roma, relacionadas con el amor y la afectividad.

Y uno de los símbolos del amor, y por tanto de San Valentín, es el beso, un acto cariñoso que tiene más beneficios para la salud de los que imaginamos, más allá de lo amoroso o placentero que pueda resultar el gesto en sí.

  1. En primer lugar, porque mejoran el estado de ánimo. Cierto es que generalmente un beso se da por gusto y que resulta agradable, pero es que además tiene su explicación científica: se liberan neurotransmisores (endorfinas y oxitocina) que proporcionan placer y se produce dopamina.
  2. Todo ello provoca a la par que se incremente el deseo sexual debido a la producción de testosterona, serotonina y vasopresina.
  3. También ayudan a reducir el estrés, algo tan habitual en nuestras frenéticas vidas. Lo hace rebajando los niveles de cortisol, conocida también como la hormona del estrés.
  4. Los besos con intercambio de saliva sirven para fortalecer el sistema inmune. En un beso de diez segundos de duración se intercambian entre 80 y 1.000 millones de bacterias (según diferentes estudios), la gran mayoría de ellas beneficiosas para nuestro organismo, porque ayudan a crear anticuerpos.
  5. Funcionan como analgésicos para reducir momentáneamente la sensación de dolor.
  6. Igualmente son buenos para la salud bucodental, porque la producción de saliva equilibra el PH de la boca e incrementa la cantidad de sales minerales, lo que ayuda a eliminar los ácidos que provocan la caries y la erosión del esmalte. Además, contribuyen a disminuir la sequedad bucal.
  7. Queman calorías, hasta 26 por minuto, ya que un beso apasionado puede poner a trabajar a una treintena de músculos faciales.
  8. Los besos provocan que se acelere el ritmo cardiaco y que disminuya la presión arterial. También ayudan a reducir el colesterol debido a los cambios que se producen a nivel hormonal y en los lípidos que transporta la sangre.
  9. Al incrementarse el flujo de sangre en la cara aumenta la producción de colágeno y elastina, proteínas que nutren la piel y le otorgan firmeza y elasticidad, con lo que revitalizan el cutis y retrasan la aparición de las arrugas.