Cada día somos más conscientes de la importancia de cuidar nuestra salud de forma integral, no solo tratando enfermedades sino también actuando desde la prevención, incorporando (o intentándolo) en nuestro día a día hábitos saludables. El objetivo es aumentar no solo la esperanza de vida sino, sobre todo, la calidad.

En Euskadi la pirámide demográfica, igual que ocurre con el resto de países prósperos, posee forma de urna; más estrecha por la base y más ancha en la parte superior. El aumento de la esperanza de vida así como la reducción de la natalidad, muestran el envejecimiento poblacional. Así, la población de 65 y más años alcanzó en 2022 el 23,2% de la población total, mientras que en 2013 ese porcentaje era del 20,2% según refiere Eustat. 

Pirámide de población de Euskadi

Pirámide de población de Euskadi

Es obvio que, en una sociedad envejecida, la cronicidad, multi-morbilidad y discapacidad asociadas están muy presentes y se acentúan a medida que aumenta la edad y disminuye la clase social, tal como apunta en su introducción el Plan de Salud Euskadi 2030 aprobado por el Consejo de Gobierno el pasado mes de julio. Pero a la vez, no cabe duda de que, uno de los elementos fundamentales del bienestar de cualquier sociedad es la salud de las personas, por lo que las políticas sanitarias, la atención médica, la investigación, las nuevas tecnologías, se fijan como una prioridad absoluta tanto a nivel de administraciones como de muchas empresas.

En una sociedad envejecida, la cronicidad, multi-morbilidad y discapacidad asociadas están muy presentes y se acentúan a medida que aumenta la edad y disminuye la clase social

Bajo este ambicioso paraguas, Grupo Noticias celebrará el próximo 16 de noviembre el II Foro de Sanidad en Euskadi, esta edición con el título ‘Retos y Oportunidades’. El evento reunirá en el Gran Hotel Domine de Bilbao a diferentes profesionales del sector sanitario del Gobierno Vasco, del Basque Health Center y de empresas tan relevantes en el sector de la biomedicina y biofarmacia como Naru Intelligence o Mikrobiomik, que brindarán una mirada multidisciplinar para dar a conocer en qué estado se encuentra la sanidad vasca, qué proyectos innovadores se están llevando a cabo, tecnologías de última generación… Sin dejar de lado la importancia de la prevención y un enfoque holístico de la salud no solo física, sino también emocional, para lograr una vida plena. 

Un cambio de paradigma

Uno de los grandes desafíos que afronta la Sanidad en Euskadi es centrar el foco de interés hacia las personas; que ciudadanos y ciudadanas se conviertan en protagonistas y agentes activos de su salud y bienestar. Ante el envejecimiento progresivo de la población y sus consecuencias directas como el aumento de la dependencia, enfermedades crónicas, necesidad de asistencia social y sanitaria, resulta fundamental potenciar y trabajar un envejecimiento activo y saludable. Solo desde esta perspectiva se puede “mantener un capital de salud importante en las etapas avanzadas de la vida y también reducir o retrasar las necesidades asistenciales, actuando como palanca de resiliencia para el conjunto de la sociedad”, explica el texto del nuevo plan de Salud de Euskadi que define las políticas sanitarias que desarrollará en los próximos años. 

Uno de los principales retos actuales es que las personas se conviertan en agentes activos de su salud. Unsplash

El documento expone que para lograrlo es necesario que las personas aumenten su conocimiento y control sobre los factores que afectan a su salud, los factores de riesgo y la importancia de adquirir hábitos de vida saludables desde la infancia, sin distinciones.

Ante el envejecimiento progresivo de la población y el aumento de la dependencia, enfermedades crónicas, necesidad de asistencia social y sanitaria, resulta fundamental potenciar y trabajar un envejecimiento activo y saludable

Otro punto de vista que coloca a las personas en el centro son los nuevos enfoques de los modelos asistenciales orientados en la persona y en obtener resultados, que plantean que sean los propios individuos quienes adquieran un rol protagonista ante la salud, la enfermedad y la asistencia, asumiendo responsabilidades en la toma de decisiones y en el autocuidado.

Por último, las nuevas tecnologías juegan un papel importante en el nuevo programa ya que se presentan como una oportunidad para el empoderamiento de la ciudadanía al facilitar nuevas vías para la autogestión de su salud.

Para que se produzca este protagonismo de las personas, el plan afirma que “va a ser necesario trabajar en mejorar la educación en salud de las personas, atendiendo a la diversidad poblacional, así como orientar hacia su participación activa en los procesos asistenciales que les conciernen para lograr mejoras en la calidad asistencial, seguridad clínica y experiencia del o de la paciente, entre otros”.

Objetivos del Plan de Salud Euskadi 2030  

Bajo el propósito de liderar una Euskadi más saludable destacan siete objetivos principales que se recogen en el Plan de Salud 2030 y que engloban más de 70 líneas estratégicas: potenciar el desarrollo en salud de los niños, niñas y adolescentes; fomentar el envejecimiento activo y de vida plena; disminuir la morbi-mortalidad evitable en la población vasca; y reducir las desigualdades en este campo.

Algunos de los objetivos principales del Plan de Salud es potenciar el desarrollo en salud de los más pequeños; fomentar el envejecimiento activo; y disminuir la morbi-mortalidad.

El Plan persigue también fortalecer la calidad de los sistemas asistenciales y el sistema de salud pública; fomentar la salud del medio ambiente y propiciar entornos urbanos y sociales saludables; y el protagonismo de las personas. Sin olvidar la apuesta por la investigación e innovación en el ámbito sanitario.

En este sentido, cabe destacar la necesidad de incorporar los resultados de la investigación y la innovación a las actuaciones sobre la salud, y a su planificación, logrando crear una relación lo más estrecha posible entre la investigación, la innovación y la acción. Por otro lado, es clave apostar por el enfoque traslacional de la investigación en aplicaciones reales que aporten valor añadido. Esto es, llevar a cabo actividades de investigación e innovación con capacidad para trasladar los resultados a la mejora de la salud de la ciudadanía, al mejor desempeño del propio sistema y a la generación de riqueza y empleo.

Enfoque holístico, proyectos innovadores, nuevas tecnologías… muchos hilos de los que tirar y que, de seguro, los expertos abordarán en el próximo Foro del día 16.