En la comarca guipuzcoana del Deba Garaia (Alto Deba) se encuentra Oñati, una de las villas con un núcleo urbano más destacado del País Vasco, donde desataca se espectacularmente bien conservado su casco antiguo renacentista. A ello se une un entorno natural montañoso por el que se diseminan los 16 barrios que lo componen.

Recorriendo las bien ordenadas calles de la villa, son muchos los edificios que destacan y ante los cuales no queda más remedio que detenerse. La ruta podría empezar en la oficia de Turismo, que además de ofrecer la información necesaria para recorrer se encuentra entre tres significativos monumentos de Oñati: el molino de San Miguel, la parroquia de San Miguel, ambos a orillas del río Olraran, y la Universidad Sancti Spiritus. Este es uno de los edificios más importantes de Oñati, tanto por su valor arquitectónico como por su significado histórico. Del siglo XVI, se ubica junto a la actual facultad de empresariales de la Universidad Mondragón y la antigua estación de tren y fue construida por orden el obispo Rodrigo Mercado de Zuazola. En activo hasta 1901, en ella se dieron clases de Derecho, Medicina, Filosofía o Letras. Si su exterior llama es casi obligatorio entrar a conocer el claustro o el retablo de su capilla. que guarda en su interior.

Una calle del casco antiguo de Oñate con al torres de la iglesia de San Miguel al fondo. Anabel Domínguez

La iglesia de San Miguel se encuentra a pocos metros por la avenida de la Universidad en dirección al centro de la villa. Su parte más antigua es del siglo XV y se fue ampliando con el paso de los años. En la actualidad este templo cuenta con cuatro partes bien diferenciadas que reflejan el estilo de cada una de las épocas en las que fueron construidas.

La cabecera del templo se encuentra en la plaza de los Fueros, una gran plaza porticada que también alberga el edificio del Ayuntamiento. Junto al consistorio sale la Atzeko Kalea que borde los jardines del palacio de Lazarraga, uno de los edificios civiles que indican el poder que las familia de Oñati tuvieron en su época.

Iglesia de San Miguel, uno de los principales templos de la villa. Zarateman

Los muy golosos pueden buscar desde este punto la Txokolateixia, un centro de interpretación del chocolate en el antiguo obrador de Chocolates Orbea y donde se explica la relación de Oñati con este alimento.

Camino del monasterio de Bidaurreta se puede hacer un alto en la plaza de Santa Marina, la más antigua de Oñati, de la que ya hay constancia en el siglo XII. Su aspecto actual es más moderno. En esta plaza se pueden admirar los palacios de Antina, Madinabeiti y Baruena.

Tomando desde Santa Marina la avenida de Euskadi se llega hasta el monasterio de Bidaurreta, también conocido como de Santa Clara. Este templo religioso fue construido en el siglo XVI para albergar las tumbas de Juan Lopez de Lazarraga y su esposa. La orden franciscana femenina vive en régimen de clausura. A su lado el edificio de los padres franciscanos, menos monumental pero de igual valor artístico.

El Santuario de Aranzazu, rodeado de montes destaca por el vanguardismo de su diseño. Javier Colmenero

En medio de la naturaleza

Más allá del casco urbano, y durante una excursión de jornada completa, se puede visitar el Parque Natural de Aizkorri-Aratz. En este paraje se encuentra el Santuario de Aranzazu, en el que se custodia a la patrona de Gipuzkoa. Este templo religioso original de siglo XV se encuentra ubicado entre intensos verdes y escarpados macizos rocosos, en uno de los espacios naturales más importantes de Euskadi. Pero más allá de su antigüedad, destaca lo vanguardista del actual templo que rompió con la estética habitual de las iglesias durante el franquismo. Destaca la fachada de los apóstoles, obra del escultor Jorge Oteiza..

Desde este importante centro religioso salen varias rutas que recorren el parque natural.

Entre los rincones más espectaculares que se pueden encontrar aquí mismo están las cuevas de Arrikrutz, una cavidad de la cordillera de Aizkorri que ostenta el título de ser la más extensa de Gipuzkoa. En sus paredes es posible contemplar interesantes pinturas rupestres.