Encajada en el tranquilo valle del rio Inglares al amparo de la escarpada y espectacular sierra del Toloño se encuentra la pequeña localidad alavesa de Berganzo desde donde parte una de las mejores rutas senderistas de Álava. Sin apenas desnivel y siendo un deleite para la vista se trata de un fantástico plan de día para toda la familia.

DATOS PRINCIPALES

  • Kilómetros: 10
  • Desnivel positivo 184+
  • Duración: corriendo 1:00h / Caminar - correr: 1:30h / Senderismo 2:10 (+40 min niños)

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LLEGADA AL PUNTO DE PARTIDA

  • Desde Vitoria, salimos por la parte sur de la ciudad con idea de coger la N-1 dirección Burgos, cogiendo la salida 325 dirección Laguardia. Ya en la carretera N-124 tomamos la salida A-3126 dirección Zambrana. Atravesamos la pequeña localidad para seguir por la misma carretera hasta llegar a Berganzo.
  • Desde Nanclares, cogemos la N-1 dirección Burgos y seguimos los mismos pasos que antes
  • Desde Agurain, cogemos A-1 dirección Madrid, pasamos Vitoria y seguimos las mismas indicaciones que antes.


Esta ruta comienza incluso unos días de hacerla ya que deberemos reservar plaza en el parking habilitado a las afueras del pueblo según venimos desde Zambrana, ya que excepto un par de aparcamientos más en el mismo Berganzo no se puede estacionar. Cuidado porque de no hacerlo de esa forma podemos llevarnos una sorpresa al retornar a nuestro vehículo.

Lo más cómodo es, por tanto, dejarlo en dicho parking (https://secure.parkingverde.com/)

Una vez ya con este trámite hecho llega el día de disfrutar de esta maravilla. La ruta comienza desde el mismo aparcamiento. No tiene ninguna pérdida ya que está marcada con postes y marcas azules durante todo el recorrido. A pesar de ello para los curiosos existe dos paneles con toda la información de esta ruta, uno de ellos en el mismo parking.

PANEL INFORMATIVO Gonzalo Pérez Zunzunegui

El camino de esta ruta del agua discurre todo el rato por sendero o pista cómoda, pero existen un par de tramos donde debemos extremar la precaución ya que son dos cruces con carretera, la cual a pesar de no estar muy transitada siempre conviene atravesarla prestando atención. El primero está al principio nuestra travesía justo después de abandonar el parking. Tras superar este tramo el camino nos conduce al pueblo de Berganzo directamente el cual atravesaremos de un lado al otro.

Tras pasar un segundo panel informativo, más completo que el primero, donde podemos observar incluso alguna ruta extra, nos encaminamos ahora si al verdadero inicio de la ruta que nos llevara por este bucólico entorno. Nuestros primeros pasos fuera del asfalto transitan por una cómoda pista que sin apenas ganar altitud va serpenteando al amparo de la ladera derecha de la montaña. A nuestra izquierda el rio Inglares, el cual ya hemos podido ver en Berganzo nos acompaña en todo momento.

El rio Inglares nos acompaña en todo momento

El rio Inglares nos acompaña en todo momento Gonzalo Pérez Zunzunegui

Llegamos a un cruce perfectamente marcado con un poste con el borde en azul. Tras tomar el camino de la izquierda nos adentramos más si cabe aun en la ruta del agua. Bajamos ya expresamente al cauce del rio y se van sucediendo recodos, pequeños saltos de agua, algún puente de madera mientras recorremos una senda estrecha pero mucho más bonita y adecuada al lugar. El rio Inglares, tiene su inicio en la sierra del Toloño (anteriormente sierra de Cantabria), límite geográfico entre la llanada alavesa y la Rioja Alavesa, y va a parar al rio Ebro tras dejar atrás sus más de 42 kilómetros de recorrido y 200 metros de desnivel.

El rio repleto de pozas y cascadas menores Gonzalo Pérez Zunzunegui

Es recomendable tomarse bien de tiempo en este tramo ya que aparecen innumerables pequeñas sendas que tienen el mismo final. Ese no es otro que el rio Inglares. Donde no apreciemos una pequeña cascada habrá una poza. En otras simplemente podremos observar el propio cauce del rio en una visión que parece más sacada de un cuento que de la propia realidad.

Vamos avanzando sin posibilidad de despiste ya que el camino principal está perfectamente trazado. Mientras recorremos el bosque por el que el sendero va serpenteando el bosque que atravesamos, seguimos disfrutando del arrullo de las aguas cristalinas del rio, las cuales en ningún momento abandonan nuestra parte izquierda.

CONSEJOS PARA REALIZAR ESTA RUTA

Hidratación. Como siempre es importante ir bien provistos de agua, si bien en esta ruta no es tan necesario, por ser más corta y por tener alguna fuente natural y no tan natural donde poder abastecernos

Calzado. En cuanto al calzado, al no tratarse de una zona muy boscosa, pero sí de cercanía al agua es conveniente, sobre todo en invierno que sea impermeable.

Dificultad. Ruta muy sencilla con la posibilidad, sobre todo con niños, de hacer en sentido contrario, ya que de esa forma la vuelta desde la cascada se hará mucho más amena con las pozas y cascadas menores.


Tras varios kilómetros de agua, bosque y naturaleza nuestro camino se topa con una carretera. No acaba aquí nuestro devenir, sino que llegamos a lo más impresionante de esta ruta del agua. Después de atravesar la carretera con mucho cuidado y de rodear un pequeño campo de labranza aparece ante nuestros ojos la espectacular y paradisiaca cascada de las Herrerías. Entre los arboles no podemos apreciarla bien salvo que bajemos, y hay que bajar, a la base de la misma por medio del sendero habilitado.

Cascada de las Herrerias Gonzalo Pérez Zunzunegui

Después de disfrutar de la espectacular cascada del rio Inglares como también es conocida, vamos a afrontar la segunda parte de ruta, el camino de vuelta. Para ello, retrocedemos unos metros hasta el punto desde donde hemos accedido al salto de agua y nos dirigimos por el camino que sube. Es el único tramo complicado de toda nuestra excursión. Superado esto lo que aparece delante es el antiguo cauce de la central hidroeléctrica de Berganzo. Dicho cauce, fue construido en 1897 por la Sociedad Electro Hidráulica Alavesa con el único fin de abastecer el complejo energético que encontramos junto al pueblo. En el momento que nos encontramos ahora, sigue siendo fundamental para el funcionamiento de esta planta.

Junto al cauce Gonzalo Pérez Zunzunegui

El recorrido es completamente diferente al de la ida, ya que dejamos el rio y sus pozas para seguir sin perdida alguna este cauce situado a nuestra derecha. De lo que podremos disfrutar ahora es de las hermosas vistas que tendremos del valle donde se encuentra el rio. A pesar de no ser un desnivel importante podremos deleitarnos de la imponente sierra del Toloño, así como en algún tramo divisar a lo lejos la majestuosidad del castillo de Ocio.

Disfrutando de las grandes vistas Gonzalo Pérez Zunzunegui

También es bonito el apreciar cómo se han creado varios túneles en la montaña para facilitar el paso del agua. Esto no hace más que aportar belleza al recorrido. Finalmente llegamos a una llave de paso que marca el final del cauce. A partir de aquí tan solo tendremos que descender con precaución, ya que el desnivel es pronunciado, hasta el núcleo urbano de Berganzo para completar la ruta circular.

Bajando a Berganzo Gonzalo Pérez Zunzunegui

Se trata por tanto de una salida de día sencilla, fácil y sobre todo muy vistosa, ideal para hacer en familia y donde los más pequeños podrán disfrutar de la naturaleza en estado puro, así como de las maravillas que trae consigo el rio Inglares y la ruta del agua de Berganzo

PLANES ALTERNATIVOS

Tenemos varias opciones con las que complementar la ruta del agua de Berganzo, en caso que nos sobre tiempo.

Si pensamos en disfrutar más de la naturaleza podemos acercarnos hasta el castillo de Ocio (actualmente en obras de acondicionamiento), o al castillo de Portilla. Los dos forman parte de otra fantástica ruta conocida como la ruta de los Castillos.

Saliendo de la montaña tenemos núcleos urbanos pequeños pero muy recomendables como son dos pueblos medievales.

Estos son Peñacerrada, del cual destaca su muralla, el museo etnográfico al aire libre y el museo/iglesia de la Nuestra Señora de Asunción. También merece una visita la panadería situada en la parte baja del pueblo, muy cercana a la carretera general, especialidad en pan y magdalenas. El otro núcleo urbano es la también villa medieval de Salinillas de Buradón. aquí podemos disfrutar además de su muralla, de edificios emblemáticos dentro de su precioso casco histórico como son el palacio de los Condes de Oñate, los restos del antiguo hospital de Santa Ana y como no la iglesia de la Inmaculada Concepción fechada en el siglo XVI.

Por ultimo reseñar que en ambos pueblos disponemos de lugares para comer y descansar.


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