La Real ha hecho oficial la cesión de Carlos Fernández al Mirandés. El contrato es por una temporada y el conjunto castellano no abonará nada por el préstamo, aunque sí que pagará 200.000 euros de su ficha cuya mayor parte la seguirá asumiendo la propia entidad realista. Es otro movimiento más de la más que previsible ruinosa Operación Salida que va a acometer y que, sin duda, está condicionando la llegada de refuerzos este verano.
La entidad txuri-urdin pagó al Sevilla en enero de 2021 la cantidad de diez millones por su traspaso, por lo que sus emolumentos son bastante elevados.
Le queda otro año
Carlos Fernández llevaba varios días con la oferta del Mirandés sobre la mesa, aunque se había marcado un plazo para esperar a ver si llegaba una propuesta de otro Segunda que le atrajera más. Como esta no ha llegado, el andaluz, que se estaba entrenando al margen de la plantilla para evitar que sufriera una lesión que pudiera dilapidar su salida, no ha querido esperar más y ha optado por recalar en Anduva donde le espera un equipo en construcción que poco o nada tendrá que ver con el que rozó el ascenso el curso pasado.
Después de que le empujara a abandonar casi de emergencia el plantel al final del pasado verano camino de Cádiz para dar entrada a Orri Óskarsson, la Real ya se había resignado a que no iba a poder recuperar ni parte de la inversión que hizo en su día por un futbolista querido en el vestuario al que la mala suerte no le ha permitido poder triunfar con la txuri-urdin. Aunque la subida del nivel de la plantilla en los últimos años también le ha puesto un poco en evidencia, sobre todo mientras no lograba recuperar su mejor estado de forma que le llevó a encandilar a los técnicos blanquiazules.
A Carlos le queda un año más de contrato, por lo que la temporada que viene volverá a repetirse la misma situación.