No lo tendrá fácil la Real Sociedad, este domingo en el campo del Málaga (21.00 horas, La 2 y Teledeporte). El cuadro andaluz compite actualmente en la Primera RFEF, el tercer escalón del fútbol estatal, pero su historia, su estadio, su masa social e incluso su nivel deportivo (es actualmente tercero en su grupo tras Castellón e Ibiza) convierten en muy exigente el duodécimo episodio de Imanol Alguacil midiéndose a un rival de categoría inferior en la Copa del Rey. El técnico oriotarra puede presumir de haberse mostrado infalible hasta la fecha en este tipo de enfrentamientos, pues ha superado los once que ha vivido en estos últimos cinco años, y esta es una estadística que cobra especial fuerza si nos remontamos a la racha inmediatamente anterior.

El adiós contra el Numancia en la temporada 1995-96, ante un cuadro soriano que militaba entonces en Segunda B, significó una especie de aviso a navegantes, previo a una serie nefasta de resultados coperos cuya inauguración propiamente dicha se viviría entre noviembre y diciembre de 1999. El Logroñés, de Segunda División, se cruzó entonces en el camino txuri-urdin y apeó a los dirigidos por Javier Clemente, en una eliminatoria a doble partido de infausto recuerdo pero que, curiosamente, significó el debut como blanquiazul de Xabi Alonso. Este fue el único consuelo que quedó de una confrontación recordada por lo que supuso en su momento y por la racha iniciada justo a continuación: de 16 rondas vividas por la Real ante adversarios de división inferior, solo se ganarían seis hasta la llegada del propio Imanol Alguacil.

La trayectoria copera de la Real resultó especialmente negativa entre aquel 1999 y 2006, un período durante el que se acumularon la mayoría de sinsabores. Solo se superaron dos de las primeras diez eliminatorias disputadas ante equipos de categoría más baja, con episodios para el (mal) recuerdo como los de Loinaz contra el Beasain o el de Zamora en 2005, al perder los txuri-urdin en la tanda de penaltis ante un rival con diez desde la primera parte del encuentro. El paso por Segunda y los diversos sistemas de competición abrieron luego un gran paréntesis sin enfrentamientos de este tipo, hasta que la derrota contra el Córdoba con Montanier a los manos supuso un doloroso recordatorio en 2012...

Arrancó entonces una trayectoria de clara mejoría, con cuatro eliminatorias solventadas con éxito, hasta que la era pre Imanol quedó culminada por una de las experiencias más vergonzantes, el 2-3 del Lleida en Anoeta tras llegarse 2-0 al descanso (0-1 en la ida en tierras catalanas). Aquel encuentro significó el principio del fin para Eusebio Sacristán, Asier Garitano no viviría después duelos coperos ante equipos de otras categorías, y la llegada del oriotarra al banquillo terminaría definitivamente con un problema olvidado a día de hoy. Incluso si la Real tiene un mal día y cae en Málaga, el revés podrá considerarse accidental, y no cabrá incluirlo en ninguna serie previa de resultados. Mediante aquel 0-8 en Palencia contra el Becerril, en diciembre de 2019, el equipo txuri-urdin dio pie a un nuevo talante a la hora de afrontar este tipo de encuentros. Solo el Betis (en tres ocasiones) y el Barcelona han eliminado a la Real de Imanol de la Copa.