Muchos aficionados recordarán a Dietmar Didi Kühbauer, el centrocampista austríaco que jugó en la Real Sociedad a finales de los años 90. Llegó con Bernd Krauss en el banquillo y apenas tuvo Veinte años después de su salida de Anoeta, no tiene más que elogios para un club, un territorio y una gente a la que considera que está “loca por el fútbol, pero sin volverse locos”.

A escasas horas de la quinta jornada de la fase de grupos de la Champions, que en Anoeta enfrentará a la Real y a Red Bull Salzburg (miércoles, 21:00 horas), Don Didi reconoce las dificultades que puede enfrentar el club austríaco, que ya cayó 0-2 contra los donostiarras. “Red Bull Salzburg necesitará hacer un partido extraordinario si quiere conseguir algún punto”, sentencia el exinternacional austríaco en una entrevista concedida a la agencia APA y recogida por Salzburg24. Para él, Imanol ha conseguido un equipo que “en defensa trabaja como animales y delante tiene mucha calidad”.

El que fuera centrocampista realista en una andadura marcada por las lesiones se deshace en elogios hacia los cinco internacionales de la Real en la selección española, en especial, hacia Mikel Oyarzabal, “un jugador brillante”: “En términos de inteligencia y habilidades futbolísticas, es brutal, uno de los mejores”.

Elogio al carácter guipuzcoano

Kühbauer alaba a Imanol Alguacil, “un tipo muy agradable, pero introvertido. Hace un trabajo excelente”. Ambos coincidieron en Zubieta en el primer año del austríaco en Donostia, el último del oriotarra antes de fichar por el Villarreal, en quien descubrió “un vasco de corazón y alma”.

¿Qué significa eso? Don Didi, que se marchó con Javier Clemente al cargo del equipo, explica al público austríaco que “conquistar a un vasco lleva su tiempo, pero una vez conseguido, será para siempre”. En este sentido, confiesa que aún mantiene contacto con algunos de los integrantes de aquellas plantillas de hace 20 años.

El también exjugador del Admira Wacker, Rapid de Viena, Wolfsburgo y Mattersburg recuerda Donostia como “una ciudad fantástica” y a los canteranos realistas, con “una actitud hacia el fútbol diferente a la del resto de España. Los chicos realmente quieren triunfar en su club y tienen los pies en la tierra. En mi época, no se volvían locos por coches caros”.

Don Didi, en paro tras entrenar al filial y al primer equipo del Admira Wacker, al Wolfsberger, al St. Polten, al Rapid de Viena y la pasada temporada al LASK Linz, tampoco escatima elogios para el renovado Anoeta, nada que ver con el que vivió él entre 1997 y 2000: “Es un estadio increíble y la gente está completamente loca por el fútbol, lo que hará que sea muy difícil para Red Bull Salzburg”.