Anoeta alberga a la Real Sociedad desde 1993, en un período que el próximo mes de agosto cumplirá 30 años. Se trata de un plazo relativamente breve para un club más que centenario, al que hay que unir además épocas de dificultades deportivas que incluso llevaron al equipo a Segunda División, cuando ya se había instalado en el recinto de Amara. Por todo ello, la historia europea del estadio txuri-urdin no es demasiado rica en cuanto a experiencias, lo cual no es óbice para que se hayan registrado en él noches para el recuerdo. Conseguir contra la AS Roma (21.00 horas) remontar el 2-0 encajado hace siete días en tierras italianas situaría el partido de este jueves en la cima de todas las veladas continentales en la instalación. Sin embargo, sus gradas ya saben lo que es celebrar logros internacionales.

Cinco años de espera

Tuvo que pasar un lustro para que Anoeta albergara su primer encuentro europeo. Curiosamente, el Vitoria Guimaraes portugués visitó Atotxa durante el último curso en el campo de Egia, el 1992-93. Tras aquel duelo, mientras, la Real encadenó cinco años consecutivos sin clasificarse para torneos continentales, logro que por fin se dio con la tercera plaza de la campaña 1997-98. Los txuri-urdin, entonces dirigidos por Bernd Krauss, disputaron la posterior Copa de la UEFA, un torneo del que la afición tampoco pudo disfrutar en exceso. Sendas victorias por 2-4 y 2-3, en partidos de ida ante Sparta de Praga y Dinamo de Moscú respectivamente, trajeron las dos primeras eliminatorias muy encarriladas a Donostia. En la tercera ronda, mientras, el estadio sí vivió una velada emocionante, que sin embargo se vio empañada con el paso del tiempo debido a factores extradeportivos.

2-1 ante el Atlético

El martes 24 de noviembre de 1998, la Real recibió al Atlético de Madrid de Arrigo Sacchi, en la ida de los octavos de final. Y Anoeta pudo vibrar aquella noche con un encuentro que por sí solo perdura en la memoria de muchos aficionados. El brasileño Juninho adelantó a los colchoneros en el tercer minuto del duelo. Después, Kovacevic empató de cabeza en el 45 (al filo del descanso) y los txuri-urdin terminaron empujando en pos del triunfo ante un rival en inferioridad numérica: las expulsiones de Torrisi y Aguilera dibujaron un once contra nueve durante el último cuarto de hora. La insistencia local acabaría traduciéndose en el 2-1, obra de Roberto Fresnedoso en propia puerta tras jugada de Aitor Aldeondo. Pero cualquier buen recuerdo de aquella contienda en concreto queda emborronado por lo sucedido en la vuelta, pasados quince días. En los prolegómenos del encuentro (4-1 para el Atlético en la prórroga), Aitor Zabaleta fue asesinado por ultras rojiblancos, cerca del estadio Vicente Calderón. Por cierto: tras superar la eliminatoria, el propio Atlético se midió en la siguiente a la Roma, apeando a los italianos (ganó 2-1 ambos partidos). 

Bonitos episodios

El llorado aficionado txuri-urdin habría disfrutado en Anoeta, a buen seguro, de bonitos episodios posteriores, carentes estos de cualquier connotación negativa. Así, las dos siguientes participaciones europeas de la Real implicaron disputar la Champions League, deparando ambas partidos históricos en Anoeta: el 1-1 que otorgó el billete a octavos en 2003 contra el Galatasaray y el 2-0 al Olympique Lyonnais en la previa veraniega de 2013. Después, los cuatro últimos concursos continentales han situado a los blanquiazules en la Europa League, sin que las ediciones 2017-18 (apeados ante el Salzburgo) y 2020-21 (a puerta cerrada por la pandemia) depararan en Anoeta grandes vivencias. Estas sí han llegado en las dos últimas campañas, con motivo del 3-0 al PSV el pasado curso y la certificación del liderato de grupo ante el Manchester United, hace apenas cuatro meses.

Contra la Roma

La Real se enfrenta esta vez a un reto superior. La mayor exigencia dada en los duelos mencionados corresponde a esa cita ante el propio PSV, en la que solo valía el triunfo. Este jueves, mientras, se trata de al menos igualar el 2-0 adverso que los txuri-urdin traen del estadio Olímpico, para optar a completar la remontada en la prórroga o incluso en los penaltis. Si el equipo logra su objetivo, el partido alcanzará por sí solo la cima histórica de los encuentros europeos en Anoeta.

UN ESCENARIO DESCONOCIDO

Anoeta se enfrenta este jueves a un escenario desconocido durante sus tres décadas de historia. La Real debe remontar en el estadio una eliminatoria europea tras perder a domicilio, situación que el equipo txuri-urdin solo había vivido en Atotxa. La experimentó en siete ocasiones, y únicamente consiguió su objetivo en dos de ellas, con motivo de la Copa de Europa 1982-83 (2-0 ante el Sporting tras perder 1-0 en Lisboa) y de la Copa de la UEFA 1990-91 (1-0 ante el Lausana tras perder 3-2 en Suiza). Los cinco intentos fallidos se dieron ante Inter de Milán (UEFA 1979-80), Lokeren (UEFA 1980-81), CSKA Sofía (Copa de Europa 1981-82), Stuttgart (UEFA 1988-89) y Vitoria Guimaraes (UEFA 1992-93).